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Diversidad y riqueza en bosques pinareños

Los trabajadores forestales de Pinar del Río cumplen con la política orientada a nivel nacional de sembrar el 14 %de las áreas de bosques de frutales
Los trabajadores forestales de Pinar del Río cumplen con la política orientada a nivel nacional de sembrar bosques de frutales

Con la misión de diversificar nuestros bosques más allá de los característicos paisajes repletos de coníferas, los trabajadores forestales de Pinar del Río cumplen con la política orientada a nivel nacional de sembrar el 14 % de las áreas de bosques de frutales.

“Dentro de las plantaciones se pueden lograr especies como mango y guayaba, los cuales podrían solucionar problemas de alimentación en diversas situaciones; además existen planes para la recolección de los mismos”, explicó Filiberto Frómeta, jefe del Servicio Estatal Forestal en Pinar del Río.

De una siembra inicial casi exclusiva de ambas frutas, se ha pasado a la diversificación con otras como el hicaco, para lo cual se tienen en cuenta las características propias de cada suelo. Este plan se concibe desde la misma planificación de la reforestación de las áreas de coníferas.

Además se potencia la siembra de otras especies maderables que no se incluyen dentro del 14 % mencionado, como cedro, caoba, majagua, algarrobo, ocuje, buscando cambiar el predominio exclusivo del pino.

Mientras las coníferas se siembran en las partes altas, las maderas preciosas se plantan, preferentemente, en las cañadas o cercanos  a los ríos en los cuales los suelos suelen ser más fértiles.

“Todo parte de la representatividad en el monocultivo del pino. Para entrar en su etapa óptima de producción necesita de 25 a 30 años y teniendo esta extensión, trabajamos en proyectos de reforestación con diversidad de especies buscando algunas de un ciclo productivo más corto. Estamos llamados a rescatar la diversidad, además de lograr especies con un ciclo productivo menor y de más rápido crecimiento”, añadió Frómeta.

En la Empresa Forestal Integral La Palma, uno de las empresas más grandes de la provincia, ubicada en el Plan Turquino, se aplican consecuentemente medidas encaminadas a cumplir con lo previsto.

Además de sembrarlas en las cañadas, y según lo permitan los tipos de suelos, son empleadas también como barreras vivas a orillas de las carreteras.

“En el caso del cedro, recibe mucha atención por su uso en la industria del tabaco, por lo cual, se incrementa su cultivo en la medida en que se tala”, explicó Armando Ávila García, especialista de silvicultura de la Empresa Forestal Integral  La Palma, quien añade que de un plan inicial en 2013 de 40 mil posturas se llegó a las 65 mil 300, un sobrecumplimiento que habla a las claras de la voluntad de contar un día con bosques más ricos y diversos.

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