Uno de los acontecimientos distintivos del 52 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón fue la ocurrencia de cuatro nocauts. A simple vista la cifra no impresiona, pero una mirada al pasado reciente confirma su indudable novedad.
En las ediciones que transcurrieron del 2007 al 2012 solo tuvieron lugar tres definiciones por fuera de combate, de un total de mil 171 peleas celebradas. En Holguín 2008, el crucero pinareño Duniel Dueñas derribó a Yunior Despaigne (HAB) en el primer asalto. Un año más tarde, en Guantánamo, el local Irosvany Duverger (75 kg) tumbó apenas iniciado el pleito a Julio C. Montalvo (MTZ). Y en Pinar del Río 2011 ocurrió el más espectacular KO del sexenio, cuando el semipesado Yusiel Nápoles mandó a dormir –casi literalmente- al santiaguero Jorge Garbey.
En esta ocasión el número de nocauts superó lo acontecido en todo ese trayecto en apenas 171 pleitos. En los 81 kg, Yosvany Turcas (CMG) desmayó a Yarami Noa (CAV) y el mencionado Garbey a Yasmani Rodríguez (PRI). En 91 kg, Ronney Aguirre (ART) acostó a Leodanis Gamboa (LTU), y poco después el supercompleto Yarobi Báez (PRI) hizo lo mismo con José Chapotín (ART).
En cuanto a las definiciones antes del límite, esta vez se decretaron 14 en total, estadística mínimamente superior a la pasada edición (12), pero muy inferior a las apreciadas del 2007 al 2011: 49, 40, 73, 25 y 27, por orden.
Por tanto, el análisis sobre las consecuencias de la eliminación de la cabecera no debe centrarse en el aumento de los KO, pues aunque influye no es un factor determinante por sobre las cuestiones técnicas. El segundo indicador es más ilustrativo.
