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Cuatro preguntas sobre el café a una gestora de la calidad

GestoraDelegadaSe llama Virgen Martínez Fernández, es una mujer esbelta de gestos refinados y mirada penetrante que, aunque de  piel morena, tiene un no se qué indescriptible en su personalidad que me hace recordar las grandes actrices del cine mexicano o argentino de los años 50 del pasado siglo.

Virgen, es ingeniera agrónoma y de sus 30 años de labor 28 los ha dedicado a una misma y determinante profesión, la de ser gestora de la calidad, en la empresa Procesadora de café Capitán Asdrúbal López de Guantánamo, entidad conocida también por su sello comercial AltoSerra.

Por sus méritos fue seleccionada por sus compañeros de la empresa  como la Delegada Directa al XX Congreso de la CTC del Sindicato de los Trabajadores Agropecuarios y Forestales de Guantánamo, un gremio con unos 18 mil 624 afiliados en la más oriental y montañosa provincia de Cuba.

Ante mi pregunta de cuál es el papel de un gestor de la calidad Virgen desborda conocimientos en su respuesta:

“Es la persona que vela por el cumplimiento de los requisitos de calidad de un producto, para satisfacer tanto a los clientes externos en el mercado internacional como los internos en el país.

“La atención a la calidad comienza desde el saludo a los trabajadores en la mañana, desde el conocer cuál son sus preocupaciones y cómo están sus familiares, y pasa por la evaluación de todos los procesos que intervienen hasta la salida de la producción final.

A mi juicio uno de los grandes problemas de hoy es que todavía muchos directivos no logran sensibilizarse y entender la importancia de la gestión de la calidad y la aplicación de la metrología y la normalización, y que su aplicación es una inversión que genera  mejores resultados productivos”.

 Usted no proviene de una familia de caficultores ¿cómo entonces nace su amor por este cultivo?

“Es cierto, soy nacida en el corazón de la ciudad de Santiago de Cuba, y mi acercamiento al café llega por mi madre que por años laboró en esta empresa; yo de niña visitaba este lugar, jugaba entre las trilladoras. Lo otro es mi amor por las plantas, creo que todo esto logró apasionarme por este cultivo en Guantánamo. Al cabo de los años valoro que mi profesión me ha hecho mejor como persona, me ha dado un estilo de vida”.

¿Cómo clasifica el café que se cosecha en Guantánamo?

“Tiene muy alta valía, en la actual zafra cerca del 70 por ciento que se recibe tiene calidad exportable. En nichos de la zona norte de la provincia, en La Tagua, San Antonio del Sur, y en Los Calderos y Jobo Arriba en Imías, entre otros, existe un grano similar al mejor de Cuba, que se cosecha en las montañas de El EscambrayEl Alto Serra es un café exquisito, y lo prueba su garantía en los mercados de Japón y Europa.

Uno de mis sueños está en que, a partir del aumento de las producciones, los guantanameros consuman su propio producto”.

¿Cuál sería su mensaje en el XX Congreso obrero?

“El decrecimiento que tiene la producción de café en el país responde tanto a cuestiones objetivas como subjetivas, que son las más. Si tengo la posibilidad plantearé la necesidad de atender más al productor agrícola de la montaña, ese que vive en zonas de muy difícil acceso, y donde a partir de la reorganización de algunos servicios (educacionales, médicos, servicios técnicos entre otros) ahora están más alejados de los mismos.

La atención al hombre y la mujer del lomerío es determinante si verdaderamente queremos frenar el éxodo desde las montañas. Uno de los retos planteados por el Comandante en Jefe Fidel Castro a Guantánamo el 26 de julio de 1985”.

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