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Biocubafarma: Un gigante silencioso

Foto: Agustín Borrego

Nuestra industria se desarrolla pese al bloqueo, afirmó Mayda Mauri. Foto: Agustín Borrego
Nuestra industria se desarrolla pese al bloqueo, afirmó Mayda Mauri. Foto: Agustín Borrego

En un reducido espacio de la  XXXI edición de la Feria Internacional  de La Habana se demostró  al mundo cuánto es capaz  de lograr un país subdesarrollado y  bloqueado cuando imperan la genialidad,  el talento y la voluntad en aras de hacer  ciencia a la par los más desarrollados.

Todas las empresas comercializadoras  del Grupo Biocubafarma estuvieron  representadas, llamando la atención  con productos como el Heberprot-P, vacunas,  medicamentos, equipos y medios  diagnósticos, los cuales se comercializan  en 50 países, con un saldo económico  que debe engrosarse hasta convertir  a la entidad en el primer exportador de  bienes del país.

Biocubafarma surgió hace poco  menos de un año por la fusión de las  industrias de la biotecnológica y la farmacéutica  cubanas. “Es una organización  superior de dirección empresarial  que tiene un encargo social muy importante:  garantizar el suministro de  los medicamentos al cuadro básico de  salud de nuestra población”, definió la  Máster en Ciencias Mayda Mauri Pérez,  su directora de política comercial, negocios  y colaboración internacional.

“De los 881 renglones que se administran  en Cuba, 560 los elaboran las  industrias cubanas, incluyendo ocho  de las 13 vacunas empleadas en el programa  ampliado de inmunización; el  propósito es lograr que el total sea de  factura nacional.

“La producción va desde sistemas  diagnósticos para la prevención y detección  de múltiples enfermedades hasta el  tratamiento de aquellas más complejas  en la población de la tercera edad.

“Un resultado importante es la  disminución progresiva y sostenida de  la falta de medicamentos —aunque no  estamos exentos de esa dificultad—, tarea  que cumplimos con el fuerte trabajo  organizativo y el esfuerzo de sus trabajadores  para garantizar la producción  y suministro de medicamentos con la  calidad exigida.

“Tenemos la responsabilidad de demostrar  cuán eficiente puede ser la empresa  estatal socialista. A Biocubafarma  se le aprobó una política de desarrollo  económico con prerrogativas para lograr  autonomía y tomar decisiones que dinamicen  la industria. Dentro de eso está la  estimulación salarial en función de los  resultados; en la medida que aporten  más, sus trabajadores recibirán mejor  retribución. La entidad se autofinancia  y debemos empezar a trabajar en un esquema  de financiamiento cerrado.

Alianzas estratégicas

Entre las prioridades de Biocubafarma,  Mayda Mauri destacó una serie de  programas que se materializarán junto  al Ministerio de Salud Pública para  impactar en la salud y bienestar de los  cubanos y de las poblaciones de los países  receptores, a través de la generación  y suministro de medicamentos, equipos  y servicios de alta tecnología.

Entre ellos mencionó el programa  de prevención de enfermedades con vacunas  profilácticas, el de la prevención  temprana y tratamiento de las patologías  del cáncer, de pesquisa y tratamiento  de la diabetes, el de diagnóstico  con novedosos equipos médicos y el de  detección de malformaciones y dolencias  heredometabólicas.

Se integran al sistema de salud 91  productos/proyectos de la biotecnología,  33 de ellos son vacunas contra enfermedades  infecciosas, igual número de productos  oncológicos, 18 cardiovasculares y  siete para enfrentar otros males.

La industria cuenta con 182 objetos  de invención, 2 mil 336 patentes  concedidas y solicitadas, de ellas 543  en Cuba, y 716 registros sanitarios en  el exterior. En la cadena de valor de la  Industria Biofarmacéutica, el proceso  de investigación –desarrollo constituye  el punto de partida y uno de los  principales responsables del avance  autosostenibilidad del sector.

El pernicioso bloqueo  

Las industrias biotecnológica y farmacéutica  están dominadas por los países  desarrollados; las transnacionales norteamericanas  son dueñas de más del  40 % del mercado farmacéutico mundial,  por lo que el bloqueo de Estados  Unidos se convierte en el principal obstáculo  para nuestro progreso, al limitar  el acceso a materias primas, equipamiento  y tecnologías, afirmó Mayda  Mauri.

Y sintetizó que la alta dependencia  de insumos de ese país que tiene la industria,  en Cuba se suple con la creatividad  y la inteligencia de los recursos  humanos —el más valioso en este tipo  de organización—; nuestros trabajadores  han tenido la osadía de buscar  alternativas para minimizar esa consecuencia,  y tener desarrollos propios  con una fuerte propiedad intelectual y  productos únicos como el Heberprot-P,  las vacunas contra el cáncer de pulmón  y la Meningitis Meningocócica BC.

“Hemos demostrado que a pesar  del bloqueo somos capaces de sostener  una industria altamente compleja,  costosa, de mucho riesgo y contribuir  a la salud de la población y al  desarrollo económico”.

Líneas de investigación  

Vacunas, biofármacos contra el cáncer,  afecciones cardiacas, citoprotección y  autoinmunidad; genéricos y compuestos  de nueva generación, sistemas para  diagnóstico temprano y prevención de  tumores malignos, malformaciones y  otros; equipos médicos de avanzada  tecnología, nanotecnología, neurociencia  y neurotecnología, medicina  natural y tradicional e investigaciones  agropecuarias.

Cada empresa comercializadora expuso los productos de las industrias biotecnológica y farmacéutica. Foto: Agustín Borrego Torres.
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