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Del central al Congreso

José Pérez Sarduy, primer delegado directo de la provincia de Cienfuegos al XX Congreso de la CTC. Foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

José Pérez Sarduy, primer delegado directo de la provincia de Cienfuegos al XX Congreso de la CTC. Foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

José Pérez Sarduy, primer delegado directo de la provincia de Cienfuegos al XX Congreso de la CTC. Foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
José Pérez Sarduy, primer delegado directo de la provincia de Cienfuegos al XX Congreso de la CTC. Foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

José Pérez Sarduy, mecánico del área de generación de vapor (calderas) del central 14 de Julio, en la centro meridional provincia de Cienfuegos, estará en las sesiones finales del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Sus compañeros de labor lo eligieron delegado directo.

Al finalizar la asamblea de discusión del Documento Base, efectuada en un área cercana al basculador del ingenio, dieron a conocer el resultado de la votación. Los aplausos prolongados y las felicitaciones reafirmaron la decisión, devenida reconocimiento.

Sarduy es un trabajador humilde, de esos para los que el tiempo laboral siempre resulta infinito. Su entrega y resultados lo ha hecho merecedor de la condición de vanguardia nacional en 12 ocasiones, de la distinción Jesús Suárez Gayol, la medalla Jesús Menéndez y la Orden Lázaro Peña de III y II grados. Fue también elegido delegado directo a la primera Conferencia Nacional del Sindicato Azucarero, efectuada en el pasado mes de julio.

“Desde el año 80 estoy entre los hierros de este ingenio. Procedo de una familia azucarera. Mis compañeros saben que cada día estoy aquí todo el tiempo que haga falta. ¿Sobre la elección?…, es un reconocimiento muy grande, enorme”, afirmó Sarduy con palabras entrecortadas por la emoción.

“Como hice después de estar en la Conferencia del Sindicato Azucarero, traeré al colectivo del ingenio lo que se analice y acuerde en el Congreso de la CTC, pues serán tratados y acordados asuntos muy importantes para todos los trabajadores”, expresó.

Y entre apretones de manos y palmadas en el hombro de directivos, técnicos y obreros del sobresaliente central 14 de Julio, se fue a su puesto de mecánico de las calderas de vapor, porque “no se puede perder un minuto…, las reparaciones  no esperan”.

 

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