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Glenhis, ¿una modelo taekwondoca?

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Estoy frente a Glenhis Hernández. Uñas pintadas, cejas arregladas, pelo acabado de pintar, esbelta, mirada penetrante, sonrisa perfecta, y sin grasa de más en el cuerpo. Si no fuera porque converso en la Escuela de Combate Ramiro Chirino, apostaría a que estoy frente a una modelo, quizás la única que practique taekwondo y ostente un título de campeona mundial.

Desde los ocho años, esta capitalina decidió incorporarse a una disciplina muy traumática por las lesiones, que exige un sacrificio desde las cinco de la madrugada (inicio de la preparación física) y de la que no había antecedente en la familia, pues su mamá Idania Horta fue balonmanista y su papá Pablo Hernández jugó baloncesto

La primera titular del orbe en la historia de nuestra selección femenina de taekwondo aceptó pasar por la pasarela de preguntas.

Hablemos del mundial, ¿qué peleas te marcaron en una división distinta (73 kg) a la que venías compitiendo (+67)?

Es bueno aclarar que conocía a las rivales solo por video, nunca las había enfrentado. El primer combate fue de los más importantes, porque debía vencer el prearranque ante una alemana más alta y con mayor alcance. Para obtener la victoria tuve que apelar a mi rapidez y explosividad.

El segundo, contra una kazaja muy aguerrida, no resultó el más duro, pero sí el más exigente en cuanto a la preparación física. Ya en el tercero enfrenté a la campeona olímpica y tuve que darlo todo. Le gané 9-3 y eso me dio mucha confianza. La final ante la coreana fue muy reservada, ya que las dos queríamos obtener la medalla. Empecé debajo 0-1porque me cantaron dos kiong-go. Luego igualé y en el tercer asalto decidí la pelea 5-1 con pateo a la cabeza y un punto al peto.

En los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 declaraste de antemano que esperabas el título. ¿Y ahora?

Había entrenando con el objetivo de ser campeona mundial después de quedarme sin medallas en los Juegos Olímpicos de Londres. Me propuse que iba a entregarme al máximo y equivocarme lo menos posible. Y así sucedió.

El equipo femenino sumaba medallas olímpicas y mundiales, pero eres la primera monarca. ¿Algún significado especial?

Es un orgullo haberlo alcanzado. Se ve que el esfuerzo diario, los tantos problemas que uno enfrenta, los disgustos, etcétera, tienen su coronación. Todos los días no se tiene deseos de entrenar, de correr, pero hacerlo y sacrificarse dejan al final una alegría como esta, aunque soy una continuidad de Urbia, Yanelis, Cuquita y otras grandes taekwondocas de Cuba.

¿Cómo logras combinar ser campeona mundial, capitana de equipo y diputada a la Asamblea Nacional?

No ha sido difícil, porque siempre trato de hacer lo correcto, dar ejemplo y cuando veo algo mal hecho trato de remediarlo, sobre todo en la selección. En cuanto a labor de diputada, se me acercan varias personas en La Habana del Este para decirme lo que está ocurriendo con algunas instalaciones deportivas cerradas o deterioradas. A todos los escucho y les aseguro que voy a interesarme y discutir el asunto para darles después una respuesta.

Vayamos un poco más adentro de Glenhis. ¿Qué hay de especial en tu abuela Concepción Martínez?

Mi familia me ha apoyado mucho, incluido mis padres, aunque al principio no querían el taekwondo por la cantidad de patadas. Lo especial de mi abuela es que ha estado en todos los momentos, buenos y malos. Vivo con ella y siempre me ha dado mucho aliento y apoyo cuando estoy débil, sin ganas.

¿Alguna vez has pensado dejar este deporte?

Sí. Cuando estaba en la división 67 y no me llevaron a una competencia internacional que consideraba haberme ganado. Entonces mi abuela me dijo: Glenhis, pa´lante, no es así, a lo mejor ese no era tu evento, si quieres ser campeona  tienes que ser fuerte y seguir adelante. Y mírame aquí.

¿Cómo convives con la fama?

Desde los Juegos Panamericanos la gente me reconoce. Incluso hace poco me preguntaban: ¿por qué no pusieron el mundial de taekwondo y sí el de judo? Trato de ser natural, sencilla y siempre seré así aunque sea tres o cuatro veces campeona mundial.

¿Te han comparado alguna vez con una modelo dentro de un deporte de combate?

Nunca, pero sí he tenido que demostrarles a muchas personas que practicar taekwondo no significa perder atributos femeninos.

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