El análisis de las transformaciones que se requieren materializar en el quehacer del sindicato para asumir los retos que tiene por delante centró los debates de la conferencia provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la suroriental provincia santiaguera.
Desde una mirada interior, reconociendo errores y proyectándose acciones, los delegados pusieron el dedo en la llaga del funcionamiento, ese que implica sumar miembros, realizar asambleas con hondura, escuchar problemas y dudas, encauzar soluciones, enfrentar el delito, movilizar en función del cumplimiento de tareas y estimular resultados.
Dicho desempeño requiere, entre otras cosas, de una mayor preparación integral de los dirigentes de base, cuestión en la que redundó Carlos Manuel Pina, de la Empresa de Materiales de la Construcción.
“La capacitación en temas como trabajo y salario es básica para que el secretario general de cualquier centro pueda discutir con argumentos acerca de asuntos medulares como los sistemas de pago, y acotó, si no hay conocimiento no puede haber una buena representación de los intereses de la mayoría”.
En tal sentido Ulises Guilarte De Nacimiento, presidente de la Comisión Organizadora del XX Congreso de la CTC, enfatizó que “la labor del dirigente de fila alcanza cada día mayor protagonismo, por tanto, un sistema de capacitación efectivo que lo dote de las herramientas necesarias para conducir la organización es una dirección estratégica en la que hay que trabajar.
“Preparación y argumentos es lo que dará autoridad ante los afiliados, eso hará que la gente quiera estar en el sindicato”, dijo Guilarte, quien ejemplificó desde la experiencia de la sindicalización de los cuentapropistas la importancia de sumar nuevos miembros a las filas de la organización.
“Ya tenemos en el país 439 mil trabajadores no estatales, detalló el también miembro del Comité Central del Partido, el 68 % no tenía antes vínculo laboral y hay que demostrarles para qué sirve el sindicato, lo cual tiene que ser con persuasión, con argumentación, atractivamente”.
Otro de los temas analizados en la Conferencia fue la manera en que se involucra el sindicato en el impulso a los planes productivos y de servicios, principalmente en lo que se refiere al proceso inversionista en la construcción y la concreción de una eficiente zafra azucarera. Los delegados coincidieron que en ambos escenarios los desafíos son grandes para los santiagueros, teniendo en cuenta el abarcador programa de recuperación tras los estragos causados por Sandy, y los negativos resultados de la anterior molienda cañera.
En este último aspecto Nuris Fuentes, del central Dos Ríos, reconoció las carencias del sindicato en cuanto a una labor más efectiva en la atención y movilización de los trabajadores, “ahora encaminamos mejor los pasos, acotó, y confiamos en revertir los errores teniendo en cuenta lo que implica la zafra y el hecho básico de que si no hay producción no hay salario”.
La Conferencia XX Congreso en Santiago de Cuba estuvo presidida también por el miembro del Buró Político Salvador Valdés Mesa y por Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en el territorio, quien al hacer las conclusiones ponderó el desempeño de los trabajadores santiagueros en las misiones asumidas después del huracán, los instó a fortalecer el enfrentamiento a las indisciplinas y el delito, así como revertir el decrecimiento que hoy muestra la afiliación.
El recién electo comité provincial de la CTC en Santiago de Cuba ratificó en el cargo de secretaria general a María de los Ángeles Cordero Tamayo.