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El primer paso

Yamara Amargo integró el quinteto ideal y fue seleccionada como la jugadora más valiosa del Pre- Mundial. | foto: Samuel Vélez
Yamara Amargo integró el quinteto ideal y fue seleccionada como la jugadora más valiosa del Pre- Mundial. | foto: Samuel Vélez

Las jugadoras cubanas de baloncesto completaron una actuación brillante y consiguieron este fin de semana su tercera corona continental en el torneo Pre-Mundial FIBA Américas, tras vencer a Canadá en el juego final con pizarra de 79-71 y conseguir su boleto para la cita del orbe en el 2014.

Aunque las discípulas de Alberto Zabala no eran favoritas en semifinales, supieron imponerse a Brasil y luego desquitarse de sus anteriores derrotas ante las canadienses, ahora en el partido decisivo. Dos victorias que hacen pensar en una recuperación de nuestro baloncesto, rama femenina.

Cuba jugó con soltura, igualó a sus oponentes, a pesar de la diferencia de estatura, supo aprovechar su velocidad y sacó todo el beneficio posible a cuanta oportunidad de anotar le permitieron. Con esa combinación y las individualidades de sus estrellas se explica a la perfección esta nueva corona.

Las cubanitas tuvieron una efectividad del 41 % desde la media y corta distancias (127/310), del 29.8 % desde fuera del área (28/94) y un excelente 77.9 % de aciertos en el cobro de tiros libres (95/122); para un promedio colectivo de 72 cartones por partido.

Interesante resulta que fueron esos los peores porcentaje colectivos entre las tres selecciones medallistas. Canadá y Brasil, segundo y tercer puesto, respectivamente, terminaron con mejores guarismos ofensivos en tiros de campo, de lo cual se desprende la importancia que tuvo para las nuestras el cobro de libres —ahí sí fueron superiores, solo igualadas por la efectividad de las brasileñas— y el desempeño bajo las tablas.

En lo individual brilló la escolta Yamara Amargo, quien además de ser escogida como la mejor en su posición para el todos estrellas, fue seleccionada la jugadora más valiosa (MVP) del certamen. La propia Amargo terminó líder en triples anotados (12), y tercera entre las máximas artilleras (18.4 puntos por juego) y en efectividad en cobro de libres (85.7 %). Mientras, Marlen Cepeda quedó tercera entre las reboteadoras y Clenia Noblet segunda por su efectividad en el cobro de penalidades (86.4 por ciento).

Este es solo el inicio del camino. Un comienzo halagüeño, no hay duda, pero que no debe cegarnos. Estamos muy lejos aún del nivel que nos llevó al bronce mundial de 1990 y los tiempos —y las jugadoras— han cambiado; sin embargo, parece ser el primer paso, un síntoma inequívoco de recuperación, que, por ahora, sabe a oro.

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