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Jaime Sarusky, un periodista que escribía libros

Jaime Sarusky

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Jaime Sarusky

Jaime Sarusky, uno de los más relevantes periodistas cubanos, ha muerto en La Habana a los 82 años. Asumió el periodismo con tal vocación estética, que fue también reconocido como literato de altos quilates. Al final, Sarusky no distinguía entre esas dos profesiones. Era además un investigador serio de un tema raigal en la cultura y la identidad nacional: las inmigraciones y las comunidades de extranjeros y sus descendientes en Cuba.

Participante habitual de tertulias y encuentros literarios, Sarusky formaba parte de una generación formada antes del triunfo de 1959, pero que consolidó su obra en los años de la Revolución.

Entre sus novelas se destacan La búsqueda (1961), Rebelión en la octava casa (1986), y Un hombre providencial (2000, Premio Alejo Carpentier), pero quizás sus obras más conocidas sean de “no ficción”: Los fantasmas de Omaja, (un estudio sobre los grupos de inmigrantes norteamericanos, suecos, japoneses, indostanos y yucatecos en la isla) y La aventura de los suecos en Cuba.

Nacido en La Habana en 1931, abandonó en su juventud el próspero negocio familiar para dedicarse al periodismo y la investigación. Trabajó como redactor y reportero del diario Revolución, la revista La Gaceta de Cuba, el diario Granma y la revista Bohemia. Algunos de sus reportajes están considerados piezas modélicas del género en Cuba.

Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en el 2004, y siete años después fue homenajeado en la XX Feria Internacional del Libro de La Habana, ocasión en la que fue reeditada buena parte de su obra.

Recibió también el Premio “José Antonio Fernández de Castro” por ejercicio como periodista cultural. En más de una ocasión integró el jurado del Premio literario Casa de las Américas.

Descendiente de judíos, será enterrado en el Cementerio Hebreo de Guanabacoa.

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