Icono del sitio Trabajadores

Inversiones millonarias por el cumpleaños de una “dama”

Gran cúmulo de acciones ha desplegado la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y del Valle de los Ingenios para mantener la lozanía de una urbe cada vez más cercana a su quinta centuria. Desde el 2010, la mencionada instancia ha invertido unos siete millones de pesos en la restauración de antiquísimas construcciones y otros escenarios de incalculable valor para el patrimonio intangible presente en cada vestigio colonial salvaguardado en la villa.

Blanca Pérez Bravo, directora técnica de la mencionada entidad, informó a la prensa acerca de una estrategia diseñada para incorporar a distintas instituciones a la rehabilitación de algunas obras en particular, y destacó los progresos perceptibles en la Casa Frías; futura sede del centro de interpretación de la ciudad. Este último fungirá como fuente de información para los visitantes cubanos y foráneos, a la vez que encontrarán en ese espacio la maqueta del casco histórico urbano y una galería expositiva.

Reanimación de parques y plazas, el cambio de imagen en lugares públicos, el renacimiento de inmuebles distintivos desde el punto de vista arquitectónico y la reparación de viviendas en mal estado constituyen algunas tareas emprendidas por trabajadores de la Empresa de Conservación y Restauración de Monumentos. Así, las plazas Carrillo, Santa Ana, Tres Palmitas, Segarte y San Francisco, unidas a los parques Punta Brava, Plaza Mayor y Las Madres, se incluyen en la lista del renacer trinitario, con un respaldo económico de más  de medio millón de pesos para conferirles mayor vitalidad y devolverles su encanto.

Las labores en las casas-hacienda de Guáimaro y San Isidro, en el otrora barracón de esclavos ubicado en Manaca Iznaga, la ampliación de la escuela de oficios y la rehabilitación de domicilios en el barrio Las Tres Cruces, devienen resultados concretos de esta etapa previa al cumpleaños de tan añeja “dama”. Todo ello, unido al resarcimiento de empedrados, fachadas, carpintería, herrería y luminaria, otorga a Trinidad un rejuvenecimiento leve, pero definitivamente necesario para afrontar con dignidad sus cinco siglos de fundada.

Compartir...
Salir de la versión móvil