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Un vuelo de regreso

Foto: César A. Rodríguez
Foto: César A. Rodríguez

¡Peligro de derrumbe! Ese fue el dictamen técnico que en 2009 hizo saltar las alarmas en la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) Manuel Fajardo. La Mariposa, instalación insignia del centro docente, se convertía a partir de ese momento en el principal objetivo de una obra que comenzaría tres años más tarde.

En el informe, presentado por el Centro Técnico para el Desarrollo de los Materiales de la Construcción, era evidente la necesidad de tomar acciones inmediatas para evitar la pérdida de la instalación. Sin embargo, no fue hasta septiembre del 2012 que se iniciaron las primeras acciones concretas de restauración.

Según Roberto Rodríguez, ingeniero civil y especialista en inversiones de la UCCFD, la demora entre la fecha del dictamen y el inicio de los trabajos estuvo determinada, esencialmente, por la disponibilidad de financiamiento, el cual ascendió a 450 mil pesos moneda nacional y 50 mil pesos convertibles.

Las principales afectaciones se encontraban en las columnas de apoyo que sostienen los laterales del techo en forma de alas, característica que da nombre al sitio. Esto era de extrema gravedad, pues el fallo de una columna podía recargar las vecinas y producir su colapso, sobre todo si estas también estaban dañadas, lo cual produciría el fallo parcial o total de la cubierta de hormigón.

La fundamental causa del daño, según el dictamen, consistía en los residuos de la clorificación del complejo de piscinas de la Ciudad Deportiva, los cuales eran arrastrados por el viento y provocaban daño en las columnas superiores de la sala que, efectivamente, están orientadas en dirección a las piletas.

“Afortunadamente, los efectos solo se hicieron sentir en las columnas laterales y no en las dos centrales que soportan el peso del inmenso techo de hormigón armado con un peso aproximado de mil 120 toneladas”, explicó Modesto López, técnico de inversiones y quien ha estado al frente del proceso constructivo desde la UCCFD.

¿Cómo se repara una Mariposa?

El principal reto para quienes acometieron la restauración del sitio estuvo en los materiales que debían emplearse, los cuales tenían que asegurar la perdurabilidad de los trabajos a realizar. Eran necesarios suministros muy específicos, como pinturas impermeabilizantes y anticorrosivas, cementos de secado especial, todos de fabricación europea, que complejizaba aún más el avance de la obra.

Ante las trabas para conseguir a tiempo los diversos insumos proyectados, surgió la alternativa de usar los desarrollados por la industria SIKA, con los estándares requeridos por los proyectistas.

Aunque los más graves problemas de La Mariposa se encontraban en las columnas ya mencionadas, se decidió acometer una restauración capital de la instalación, que no se realizaba desde 1991, cuando Cuba fue sede de los Juegos Panamericanos.

López detalló que, además de fundir las columnas más deterioradas y reparar otras menos dañadas, el proyecto incluyó pintura total de la sala, sustitución de la vieja marquetería por una de aluminio y cristal, reparación de la red eléctrica y los baños, impermeabilización del techo y nueva cubierta para el tabloncillo.

Todas las acciones constructivas fueron confiadas a una brigada de la Empresa Constructora Militar No. 6, perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que terminó sus labores en el tiempo convenido, antes de finalizar el 2012. “Apenas restan 19,5 m2 de tabloncillo por instalar, tras lo cual se procederá a impermeabilizarlo con los productos correspondientes y trazar las líneas para la práctica de los deportes que volverán a tener su espacio aquí”, aseguró López.

Modesto y Roberto explicaron que la demora en la entrega del tabloncillo se debe a que la Empresa de Productos Metálicos de La Habana, encargada del montaje de la cubierta, depende de una carpintería especializada que le suministra la madera cortada. Las fechas de entrega se han aplazado por las dificultadas expuestas; sin embargo, se prevé que en breve tiempo finalicen los trabajos.

Volar por la historia

Esta sala deportiva, obra del arquitecto Isidro Cordobés, comenzó a prestar servicios en la segunda mitad de los años 50 del pasado siglo y constituye el símbolo por excelencia de la UCCFD Manuel Fajardo. Considerada vanguardista por su atrevido diseño, posee el encanto de un sueño hecho hormigón listo para alzarse en el cielo.

La Mariposa podría considerarse una de las obras más destacadas de la ingeniería civil cubana y es, sin duda, una de las joyas de las cuales presume el movimiento deportivo del país.

Está protegida por la Comisión Provincial de Monumentos junto al complejo arquitectónico de la Ciudad Deportiva —al que pertenecía originalmente—, ubicado a solo unos metros. Es por ello que cualquier labor constructiva que se emprenda en este sitio debe ser valorada y aprobada por la citada comisión.

Según Roberto, la instalación es hoy candidata para engrosar la lista de edificaciones que por su valor arquitectónico han sido declaradas como patrimoniales, pero los baños —tan necesarios y construidos años después de su inauguración— rompen con el entorno y se convierten (por el momento) en el mayor impedimento para su nombramiento.

Su propia guerra

Mientras recorremos el tabloncillo inconcluso de La Mariposa llega un grupo de adolescentes entre 15 y 16 años. Están de vacaciones, visten ropas deportivas y llevan un balón de fútbol. Se detienen por un instante y lanzan la pregunta: ¿No se puede jugar hoy?

Roberto comenta que esta es “su propia guerra”, la de los muchachos de la zona; y acto seguido señala las paredes marcadas con tiza para simular un arco y repletas de marcas de pelotas. “A este paso tendremos que pintar de nuevo antes de abrir”, asegura.

Las instalaciones deportivas del Fajardo están unidas a la comunidad que los circunda, y es casi imposible restringir la entrada de quienes vienen buscando espacios para el divertimento. Pero habría que preguntarse si todas deberían correr igual suerte, o sitios como La Mariposa, con su carga histórica, podrían ser considerados de otra manera para su preservación.

Luego de la restauración…

Los planes son muchos. Resulta siempre excitante el rescate de una instalación como esta para regresarla a su máximo esplendor y funcionalidad. A todos los que han tenido que ver con esa idea se les adivina la felicidad cuando hablan del futuro.

“No solo se está rescatando un tabloncillo para la práctica de deportes. Esta es un aula más de nuestro centro docente, el escenario donde los alumnos pueden ejercitar lo aprendido en la teoría”, acotó López mientras miraba la cubierta recién pintada.

La fortaleza de un nuevo terreno y las mejoras en el local permitirán que regresen allí el baloncesto, el voleibol, fútbol sala, gimnasia, bádminton y balonmano. Se rescata una sede de alto nivel para las competencias y se mejoran las condiciones de entrenamiento de los estudiantes del Instituto, que ahora practican en canchas de cemento.

Además, confirmaron los especialistas de la UCCFD, La Mariposa no es un caso aislado, pues su reparación se inscribe en un proyecto mayor que abarca la casi totalidad de esta universidad.

Más allá de sueños y planes futuros para esta sala, lo encomiable es el empeño por recuperarla, algo que pocas veces ocurre con nuestras instalaciones deportivas, por desgracia. Esta vez, al menos esta vez, la restauración ganó el pulso y el “peligro de derrumbe” no pasó de la alarma.

La Mariposa seguirá siendo el símbolo del Fajardo, una joya de la cual bien pueden presumir, y que pronto desplegará sus magníficas alas una vez más.

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