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Garantías del primer alimento

La lactancia materna provoca contracciones rápidas en el útero, lo que disminuye el riesgo de hemorragias posparto. Foto: Tomada de Radio Rebelde
La lactancia materna provoca contracciones rápidas en el útero, lo que disminuye el riesgo de hemorragias posparto. Foto: Tomada de Radio Rebelde

Con una influencia positiva en la salud más allá de los primeros años de vida, la lactancia materna contribuye a la prevención de padecimientos inmunitarios como diabetes, arteriosclerosis, infarto al miocardio y la enfermedad de Crohn. Para conocer sobre las ventajas de esa ventajosa práctica, del 1ero. al 7 de agosto en Sancti Spíritus se celebrará una jornada dedicada al tema.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna exclusiva debe extenderse hasta los seis meses de edad y luego alternarla con la introducción de los alimentos sólidos hasta que el niño cumpla dos años. La leche humana está compuesta por un 88 % de agua, característica que facilita la función de filtro desarrollada por el riñón; así, el pequeño no precisa rehidratarse con otro líquido fuera del que su progenitora puede ofrecerle.

Pero, el acto de amamantar al recién nacido va más allá de la conexión emocional que se establece entre madre e hijo. Los beneficios favorecen a ambas partes: facilita el desarrollo del intelecto de la criatura y la protege de posibles enfermedades;  también en la mujer reduce riesgos de hipertensión, cáncer de mama y de ovarios, depresión portátil, osteoporosis, y disminuye el peso alcanzado durante el embarazo.

Tres comidas balanceadas en el día unidas a dos meriendas son la fórmula nutritiva suficiente para proveer de energía a quien se encuentra lactando; según algunas investigaciones, la cantidad de leche nada tiene que ver con la ingestión de cerveza u otro tipo de “brebaje” perpetuado por generaciones como estimulante para que fluya mejor el primer alimento que recibimos en este mundo.

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