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Laboriosidad y experiencia: un binomio clave

l Centro de Ingeniería e Investigaciones Químicas (CIIQ) contribuye a la sustitución de importaciones con la creación de proyectos y estudios de factibilidad económica y técnica. Foto: René Pérez Massola
l Centro de Ingeniería e Investigaciones Químicas (CIIQ) contribuye a la sustitución de importaciones con la creación de proyectos y estudios de factibilidad económica y técnica. Foto: René Pérez Massola

Potenciar todo cuanto contribuya  a disminuir importaciones  constituye una de  las principales líneas de trabajo  para el Centro de Ingeniería  e Investigaciones Químicas  (CIIQ), colectivo que  por octava ocasión obtiene  la condición de vanguardia  nacional.

Pedestal indispensable  como apoyo a la producción  de plaguicidas, fertilizantes,  pinturas y nuevas fórmulas  farmacéuticas, sus  aportes son el resultado de  la aplicación de programas  de investigación y desarrollo,  estudios de factibilidad  económica y de mercado, la  prestación de servicios de  proyectos tecnológicos e ingenieros,  consultoría y auditoria  en esa materia, así  como acciones relacionadas  con la protección del medio  ambiente, por solo citar algunas  actividades.

Avalado por la certificación  del sistema de gestión de  la calidad con la normas ISO  9001, el CIIQ con sus laboratorios  de química inorgánica,  pintura y plaguicidas ha  contribuido a la formulación  de fertilizantes líquidos con  potenciadores de rendimiento  y calidad, los que luego  de la comprobación de sus  resultados comienzan a aplicarse  en cooperativas agrícolas  dedicadas a cultivos  varios en el municipio capitalino  del Cotorro.

Manuel Rebull Rivera,  director general del centro,  señalo que también se han  obtenido pinturas para diferentes  usos, incluyendo la  anticorrosiva al agua, que no  utiliza solventes orgánicos,  “una tecnología inexistente  en Cuba y que nuestros especialistas  lograron desarrollar  a partir de sus experiencias”.

La participación en proyectos  de plantas, como las  de la industria farmacéutica  es también una forma  de sustituir importaciones,  junto con la formulación de  plaguicidas a partir de sustancias  activas, las que representan  un ahorro en divisas  del 20-25 por ciento.

Rebull mencionó además  la sustitución de pigmentos  por otros menos  agresivos al medio ambiente  y a la salud.

“Me jubilé aquí y retorné a otro puesto de trabajo como especialista”,
comenta el ingeniero Gustavo Cruz Sánchez.

Quizás sean esfuerzos  anónimos, pero allí laboran  hombres como Gustavo Cruz  Sánchez, quien ostenta la  Medalla Jesús Menéndez  otorgada recientemente por  el Consejo de Estado.

“Me jubilé aquí y retorné  a otro puesto de trabajo  como especialista”, comenta  este ingeniero vanguardia  nacional que ha participado  en proyectos como el de la  planta de bolsas de polietileno  en la provincia de Cienfuegos,  el estudio de factibilidad  para la rehabilitación  de la fábrica de fertilizantes  de Nuevitas, la planta de tabletas  en Santiago de Cuba  y un estudio sobre las recapadoras  de neumáticos en  el país.

Este primero de julio,  Día del trabajador químico,  el CIIQ (en diciembre venidero  arriba a su aniversario  15) será sede del acto nacional  por la efeméride, como  reconocimiento a avances en  indicadores económicos no  menos importantes, como la  correlación salario medioproductividad,  el ahorro de  portadores energéticos, sobrecumplimiento  de las utilidades  y la disminución de  las cuentas por cobrar en el  50 por ciento.

Jesús Giber Laurreiro,  secretario general del buró  sindical, considera que “una  de las fortalezas del colectivo  es el sentido de pertenencia,  la unidad y consagración  de los trabajadores, de los  cuales el 63 % acumula entre  5 y 15 años de permanencia”.

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