Icono del sitio Trabajadores

Pedro Marrero Aizpurúa: Noble, valiente, desprendido

Pedro Marrero Aizpurúa | foto: Cortesía de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.

Pedro Marrero Aizpurúa | foto: Cortesía de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
Pedro Marrero Aizpurúa | foto: Cortesía de la
Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de
Estado.

Pedro Marrero Aizpurúa “empeñó su  sueldo de muchos meses y fue preciso  prohibirle que vendiera también los  muebles de su casa”, señaló Fidel Castro  Ruz, el 16 de octubre de 1953, en su  alegato ante el tribunal que lo juzgaba  por su liderazgo en las acciones del  26 de julio de ese año en los cuarteles  Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos  Manuel de Céspedes, de Bayamo.

Marrero Aizpurúa fue uno de los  cientos de humildes jóvenes que se  lanzaron a la lucha contra el régimen  de facto instaurado por Fulgencio Batista  mediante el golpe de Estado del  10 de marzo de 1952.

Hijo de inmigrantes españoles,  nació el 23 de octubre de 1926, en la  barriada de La Ceiba-Puentes Grandes,  en La Habana. Concluido el sexto  grado ingresó en el Instituto de Segunda  Enseñanza de Marianao, el cual se  vio obligado a abandonar tras el fallecimiento  del padre, para contribuir en  la búsqueda del sustento familiar. Con  ese objetivo comenzó a trabajar en el  departamento de transporte del depósito  de cerveza Nazahal y Cía; donde  no tardó en ser electo delegado de  la Asociación de Carros y Camiones.  Posteriormente se desempeñó como  chofer en la cervecería La Tropical.

Como dirigente sindical se destacó  por su ayuda a los desempleados y  enfermos, y en la lucha por la reivindicación  de los derechos de los trabajadores.  De espíritu solidario, colaboró  en la recolección de medios para asistir materialmente  al pueblo español  durante la Guerra Civil vivida por ese  país de 1936 a 1939.

Incorporado al Partido del Pueblo  Cubano (Ortodoxo), desde su fundación,  junto con Fernando Chenard  Piña organizó la juventud de ese partido  en la barriada La Ceiba-Puentes  Grandes. Figuró entre quienes a partir  del golpe de Estado propinado por  Fulgencio Batista participaron con  frecuencia en los actos de repulsa organizados  por los estudiantes de la  Universidad de La Habana, y más tarde  se sumó a los centenares de jóvenes  que, lidereados por el joven abogado  Fidel Castro Ruz, se entrenaron para  empuñar las armas contra el tiránico  régimen. Llegado el momento de la insurrección,  Pedro Marrero fue uno de  los seleccionados.

En el Moncada

El 24 de julio partió en su automóvil  rumbo a Santiago de Cuba, en  compañía entre otros, de José Suárez  Blanco, José Antonio Labrador,  Gregorio Careaga Medina y Severino  Rosell González. Llegada la hora  de dirigirse hacia el objetivo a atacar,  también condujo el primero de  los vehículos en que viajó el grupo  seleccionado para forzar la Posta  3, integrado, además, por Renato  Guitart Rosell, el responsable, Flores  Betancourt Rodríguez, Carmelo  Noa Gil, José Luis Tasende de las  Muñecas, Jesús Montané Oropesa,  José Suárez Blanco y Ramiro Valdés  Menéndez.

El noble y desprendido Pedro Marrero  fue uno de los cinco combatientes  caídos en la acción, triste saldo  completado por Flores Betancourt,  Gildo Fleitas, Renato Guitart y Carmelo  Noa. Los restantes 56 jóvenes que  integran la relación de mártires del 26  de Julio fueron vilmente asesinados  durante la sangrienta orgía decretada  por el tirano.

Compartir...
Salir de la versión móvil