Auscultando el deporte

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Los conocimientos científicos son cada vez más importantes en el deporte de alto rendimiento, la educación física, la recreación y en todas las áreas que se le relacionan. Cuba exhibe hoy una fuerza de 238 doctores en Ciencias de varias especialidades que tributan al desarrollo deportivo.

De esa cifra, 193 defendieron sus tesis en el Tribunal de Ciencias de la Cultura Física, creado el 21 de febre­ro del 2000, en el cual han discutido también 48 extranjeros. En estos mo­mentos 232 aspiran a esa alta califi­cación, en tanto hay 6 mil 758 más­teres.

La posibilidad de conversar con Iván Román, primer Doctor en Cien­cias del deporte cubano y único an­tillano con Doctorado Honoris Causa de la Universidad Deportiva del Sur, en Cojedes, Venezuela, es un placer periodístico insustituible.

Para sumar criterios y polemizar lo acompañan en la mesa del rectora­do de la Universidad de Cultura Fí­sica Manuel Fajardo, tres doctores en Ciencias de la Cultura Física: Edita Aguilar, Amarilis Torres y Jorge Pen­sado. Sin mucho protocolo se abrió el debate.

¿Hacia qué temas se aproximan hoy las investigaciones científicas? ¿Hay notable diferencia con períodos anteriores? 

Iván Román: Hace unos años los temas salían de lo que quisieran hacer el tutor y el aspirante. Se estudiaba lo que fuera más factible desde el punto de vista organizativo. Ahora las tesis tienen que ver con necesidades espe­cíficas del deporte, tanto nacionales como regionales. Además, existen bancos de problemas y las investiga­ciones se enfocan a resolverlos, con la contextualización que antes no ha­bía. No obstante, en la generalización de los resultados siguen existiendo dificultades.

Jorge Pensado: Discutimos con fuerza la solución de problemas re­lacionados con la investigación pe­dagógica, en función de la formación de un licenciado en Cultura Física competente y preparado para las exi­gencias de la práctica social. La Cul­tura Física es una de las esferas de acción de nuestra carrera en la cual la ciencia llegó con mayor rapidez y se posicionó.

Pero en algunos deportes de alto rendimiento es muy difícil introducir el conocimiento científico, que no signifi­ca desplazar a ningún entrenador, sino colaborar para un mejor resultado.

Edita Aguilar: Hoy también se investiga en la esfera de la Cultura Física terapéutica y profiláctica, por­que se ha entendido que si importan­te es curar a una persona, mucho más lo es prevenir que se enferme, sobre todo quienes padecen enfermedades crónicas no transmisibles como asma, diabetes u obesidad. Además, hay te­sis que abordan el desentrenamien­to de los atletas de alto rendimiento desde el punto de vista profiláctico una vez concluida su vida activa.

¿Cuáles son las particularidades de Cuba respecto a otros países con más recursos económicos para la la­bor científica en el deporte? 

Amarilis Torres: Ellos tienen mu­cho bagaje en datos. Son tesis más bien referenciales, pero sin concretar como nosotros. El Ministerio de Edu­cación Superior y los Lineamientos nos están llamando a resultados pre­cisos para los cambios económicos y sociales que requiere el país. No pode­mos darnos el lujo ni permitir que las investigaciones no sean aplicadas. Sí presentamos problemas con la sociali­zación y divulgación de esos estudios. El tribunal nuestro es muy riguroso y estamos en proceso de acreditar la calidad del programa doctoral.

Iván Román: Todas las univer­sidades en el extranjero poseen un enfoque muy particular de la institu­ción y no logran agruparse. En Cuba contamos con el Consejo Nacional de Doctores en Ciencias del movimiento deportivo, sin referencia en otro país del mundo. Esa es la esencia funda­mental: ellos responden a intereses privados, de entidades o grupos y no­sotros a necesidades del país, en espe­cial de nuestro organismo (INDER).

Se aprecia poca motivación de entrenadores de selecciones naciona­les para aspirar a grados científicos. ¿Qué falla?

Jorge Pensado: Ellos, por lo gene­ral, desarrollan el proceso pedagógi­co, entiéndase enseñanza-aprendizaje del deporte. Es difícil que un entre­nador haga ciencia a la vez que dirige el proceso de preparación porque ob­viamente le exigen resultados, meda­llas. Por ejemplo, si él está trabajan­do la fuerza de un deportista ¿tiene el tiempo necesario de investigar si la manera en que va a lograrlo es la más eficiente? ¿Dispone del andamia­je científico, o se consume en poner en forma al sujeto para la competencia prevista?

No es lo mismo entrenar que in­vestigar para entrenar mejor. Por eso manejamos con fuerza la necesidad de un especialista que asesore y de­sarrolle la actividad científica en los equipos. Tenemos 30 programas de especialidad en la Universidad con la finalidad de capacitar a ese entre­nador de selección nacional para que cuando regrese a la práctica, después de superarse, esté en mejores condi­ciones de obtener triunfos.

Edita Aguilar: La forma ideal de resolver eso es la concientización de los entrenadores sobre la necesidad de la ciencia para que los resultados deportivos sean superiores. En la re­ciente discusión de las estrategias de cada uno de los deportes participa­ron el rector de la Universidad y los profesores especialistas de acuerdo a la disciplina. Eso no pasaba antes y es una inserción imprescindible.

Iván Román: Esto es un tema de muchos años. Siempre las vicepresi­dencias de Docencia y Actividades Deportivas le han dado la impor­tancia que merece a la aplicación de la ciencia. Pero el eslabón se pierde en los entrenadores. Hay ahora una vorágine de poner destacados depor­tistas en la dirección de equipos na­cionales.

Es un error muy grande que lo hemos visto en la práctica, aunque pueden haber, lógicamente, sus ex­cepciones. Esa figura tiene que ser formada pedagógica y científicamente, y no solo traerlo de la praxis. Hay entre­nadores que no entienden ni quieren saber nada de ciencia, ni de psicólogo, ni de fisioterapeuta. Existen otros que sí han buscado ayuda científica y sus resultados son elocuentes: boxeo, voleibol, judo y lucha.

Tendencias actuales. El acceso a las fuentes de información

Amarilis Torres: Tenemos pro­fundas limitaciones tecnológicas que han sido señaladas en las últimas vi­sitas a la Universidad. Buscamos al­ternativas, pero hay problemas. Para obtener información y poder discri­minarla hay que profundizar en la literatura científica y a veces en al­gunos temas no podemos. El acceso a Internet nos golpea. Los doctores te­nemos una hora diaria de conexión, pero es muy lenta y no te deja acce­der a los artículos.

Jorge Pensado: No estamos al margen de la realidad económica del país, sin embargo, el INDER tiene el compromiso y el deber de darle a la Universidad lo que esta ha sido capaz de aportarle a la Revolución. Hacer que la fuerza técnica califica­da disponga del uso adecuado de las fuentes de información es un recla­mo justo.

La subestimación al Doctor en Ciencias de la Cultura Física

Iván Román: Eso está golpean­do hace muchos años. Es la misma creencia de que el deportista es un individuo que tiene bajo nivel cultu­ral o no sabe expresarse (una verdad durante mucho tiempo), algo que ha ido cambiando y debe irse borran­do.

Con nuestros doctores ha pasa­do lo mismo. No contamos con nadie en la Academia de Ciencias. Me han propuesto dos veces desde el año 2000 y salen de otras especialidades, pero no del deporte. Uno se da cuenta que hay rechazo, tabú cultural, y aunque ha mejorado, todavía falta. El nivel científico es tan alto como el de cual­quier otra rama del conocimiento. El prestigio que tenemos internacional­mente por la formación y el rigor de las defensas de las tesis no se recono­ce en Cuba.

Retos que aún quedan

Amarilis Torres: En la Educa­ción Física hoy presentamos algunas lagunas. No en la formación, pero sí en la investigación porque nos cuesta mucho trabajo lograr tesis a nivel de maestrías y hasta han mermado en la defensa de doctorados. Hay desmoti­vación y debemos rescatar esa área porque por ahí está corriendo hoy todo el deporte escolar y participa­tivo. No obviamos que el profesor de Educación Física es también un poco marginado y no se le da el reconoci­miento de un entrenador de primer nivel.

Edita Aguilar: Los especialistas en Cultura Física debemos darnos nuestro lugar en la sociedad y re­cuperar la motivación a investigar desde las prácticas laborales de los estudiantes.

Jorge Pensado: Seguir incremen­tando el porcentaje de doctores en el claustro de la Universidad que hoy es del 18 % y requerimos el 25 % para nuevos empeños.

Iván Román: Puedo sintetizarlo: sin información no hay estudio, sin estudio no hay conocimiento, sin co­nocimiento no hay ciencias, sin cien­cias no hay métodos, sin métodos no hay buen resultado, y sin buen resul­tado no hay victorias.

Acerca del autor

Máster en Ciencias de la Comunicación. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el 2019. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.

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