Cuando el pasado 9 de agosto Cuba y el mundo conocieron la Declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano acerca de la presunta ocurrencia de incidentes que causaron supuestas afecciones auditivas a funcionarios de la embajada estadounidense en La Habana y sus familiares, no pocas personas formularon la misma interrogante: ¿dónde están las evidencias? Continuar leyendo