Cargando...En la provincia de Camagüey más de 370 trabajadores de salud reciben la medalla Hazaña Laboral y otros la orden Lázaro Peña por el actuar frente a la Covid-19.
Juntos se convirtieron en médicos y juntos van por la vida sorteando cualquier obstáculo; quizás por eso no es de extrañar, que igualmente unidos, Olisbet Machado Cuadrado y Rafael de la Riva Águila hayan sido de los primeros en atender pacientes positivos a la Covid-19 en la ciudad de Camagüey.
Ambos son especialistas en medicina general integral y miembros de la brigada Henry Reeve y además de haber conformado aquel equipo médico que atendió en el hospital docente clínico quirúrgico Amalia Simoni a los primeros positivos, luego se fueron a México a prestar su ayuda y desde que retornaron han estado en centros de aislamientos o atendiendo a pacientes ingresados en el hogar, en donde hayan hecho falta.
Como dicen, el amor por la profesión y el que se tienen les fortalece. Por eso cuando a Olisbet le impresionó tanto el deterioro físico con el que llegaban los pacientes a los hospitales en México, cuando vio lo que ocurría en las salas de intensiva, Rafael le apretaba la mano y se brindaban fuerza, esperanza.
“Allá, recuerda Rafael, tuvimos que hacer cosas a las que no estábamos acostumbrados”.
“Y es que en Cuba, explica Olisbet, eso no pasa. Aquí la atención primaria nos permite la detección precoz de los positivos, el aislamiento de los casos y se evitan esas calamidades que vimos allá”.
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En el municipio camagüeyano de Vertientes vive el doctor Leosvel Pérez Gutiérrez, y allí, dice, está igualmente en una importante misión: en la zona roja del hospital del municipio.
Y es que, aunque Leosvel haya ido a Italia y luego a México a aportar un granito de arena en esta dura batalla contra la Covid-19, siente que en su tierra natal también era necesaria su ayuda.
Por eso desde que retornó de su última misión como miembro de la brigada Henry Reeve, casi ni descansó y enseguida se fue hasta el Amalia Simoni a apoyar a sus colegas.
Luego de dos meses retornó a Vertientes y allí está dando su mayor esfuerzo, arriesgando una vez más su vida, para mitigar los daños que provoca esta pandemia.
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Las historias de Olisbet y su esposo Rafael y las de Leosvel, así como la de otros cientos de galenos, se aplauden y premian por estos días. Y es que, durante todo el actual mes, en disímiles actos, la Central de Trabajadores de Cuba entrega a profesionales y técnicos de la salud, así como a las consultas de respiratorio de los nueve policlínicos del municipio cabecera, cuatro órdenes Lázaro Peña de primer grado, 375 medallas Hazaña Laboral y 30 sellos del mérito al humanismo, la sensibilidad y la solidaridad.
Leosvel, quien recibió la Lázaro Peña, asegura que esta medalla “es un compromiso que lo insta a seguir trabajando en esta y en otras eventualidades que puedan ocurrir. Me obliga a ser mejor cada día, pero también me recuerda que debo protegerme y cumplir con las medidas de bioseguridad”.
En tanto, Rafael, quien junto a su esposa mereció la medalla Hazaña Laboral, agradece mucho este reconocimiento, “pues representa y elogia a todos los médicos y profesionales de la salud que en todas partes se entregan, sacrifican y hasta mueren. Ayudar siempre ha sido nuestra bandera, lo que hemos aprendido de la Revolución y algo que seguiremos haciendo, porque, aunque disminuyan los casos, siempre hay que estar cuidando al pueblo”.
