Magnicidio en Haití: ¿Quién mandó a matar al Presidente?

Magnicidio en Haití: ¿Quién mandó a matar al Presidente?

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Lo acontecido en Haití el 7 de julio provoca la curiosidad de comentaristas de todo el planeta. El hecho resultó extremadamente fácil para los asesinos.

De inmediato se organizaron las honras fúnebres. Foto: Reuters
De inmediato se organizaron las honras fúnebres. Foto: Reuters

Llegaron, entraron en la residencia del Presidente Jovenel Moise, y lo asesinaron, escapando de inmediato. Demasiado sencillo para acabar con la vida de una persona que debía estar protegida.

Pero más sorprendente resulta que horas después todos los que participaron en la ejecución estaban detenidos. Algo huele mal en esta mal contada historia, pero es lo público sobre el hecho.

La prensa alemana publicaba al mes siguiente que la Justicia haitiana aún no había iniciado la investigación sobre el magnicidio y “entre los reproches está la persistencia de muchas zonas grises en la investigación y la negativa de las autoridades a dar información”.

“A pesar de las detenciones, los registros, los interrogatorios, la incautación de armas y municiones, y de todas las acciones llevadas a cabo hasta la fecha, sectores de la población tiene grandes dudas sobre la investigación».

 

La siempre presencia de EE.UU.

El asesinato resultó fácil, lo difícil es saber quién lo mandó a matar. Foto: La Semana

Para algunos especialistas no resulta extraño que hayan participado en la agresión dos ciudadanos estadounidenses, de origen haitiano, y existan dudas de la vinculación de otros en el magnicidio.

La presencia estadounidense en la Isla y su control sobre lo que allí acontece comenzó desde principios del siglo pasado, con la llegada de los primeros marines y la represión contra agricultores, que terminó en un baño de sangre.

Estuvieron hasta 1934 cuando retiraron sus tropas del país, pero la Embajada estadounidense quedó como el verdadero poder oculto entre bambalinas y así se mantiene.

Durante décadas fueron los soldados norteamericanos quienes garantizaron a los monopolios de su país la explotación de las riquezas de esa nación y dieron apoyo hasta a la “democrática” dictadura de los Duvalier.

Más de una vez los marines se hicieron presentes en ese territorio para garantizar el orden que ellos impusieron. Cuestionaron a todo dirigente haitiano que intentara llevar una política propia, a lo que no escapó el ahora asesinado Jovenel Moise, siendo catalogado por los principales medios estadounidenses como un dictador.

De los primeros 19 detenidos por la acción dos eran ciudadanos estadounidenses de origen haitiano, James Solage, quien había sido policía militar, guardia en la Embajada de Canadá en Puerto Príncipe y director de una organización benéfica en la Florida.

Tanto él como el otro ciudadano estadounidense, Joseph Vincent, reconocieron en los interrogatorios “que un cierto Mike estaba organizando el asesinato y no era de origen haitiano”.

Fue una de las desgracias sufridas por el pueblo haitiano este año..  Las otras fueron naturales. Un terremoto y azote de dos tormentas tropicales. Acerca de las consecuencias provocadas por los fenómenos naturales amplia información. Sobre el genocidio casi nada.

 

Preguntas sin responder

Ninguna autoridad, hasta el momento, ha sido capaz de explicar cómo un grupo de hombres armados logra entrar en la residencia, impactar al Presidente con 12 tiros, dejar malherida a su mujer y abandonar el lugar sin ser interceptados.

Estos son algunos de los ejecutores de la orden. Foto: Reforma

Tampoco está totalmente claro el papel de los exmilitares colombianos, considerados autores materiales del asesinato.

El Pentágono ya confirmó que algunos habían recibido entrenamiento militar por parte de Estados Unidos en el marco de los programas de cooperación con el Ejército colombiano.

Estos mercenarios pasaron unos días antes en la vecina República Dominicana y algunos, como felices turistas, compartieron imágenes del viaje de recreo en sus redes sociales.

Se comenta sobre el viaje a Puerto Príncipe del médico haitiano con ciudadanía estadounidense, Christian Emmanuel Sanos, residente en la Florida, un mes antes del crimen, ahora bajo la acusación de haber contratado mercenarios para la acción.

El 26 de agosto Haití ofreció sesenta mil dólares a quienes ayuden a localizar a Windelle Coq Thélot, Joseph Félix Badjo y John Joel Joseph, por su posible participación en el asesinato.

La esposa de Jovenel, Martine Moise, recordó que “los asesinos hablaban por teléfono y registraban metódicamente la habitación, en búsqueda de algo en los archivos de su esposo y recuerda que decían, Eso no es. Eso no es y luego, al fin, eso es”.

Eliminado el Presidente nadie ha podido, hasta ahora, señalar quién o quiénes dieron la orden para asesinarlo. ¿Se sabrá algún día?

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