LA GUAGUA: Con precio y calidad correctos, o no lo compro

LA GUAGUA: Con precio y calidad correctos, o no lo compro

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En el último viaje de LA GUAGUA: El tómame o déjame, filosofía a desterrar citamos la sección Con Filo: Pan a peso y en peso  donde el colega Francisco Rodríguez Cruz afirma:

Las insatisfacciones y quejas que ha venido planteando la ciudadanía durante estos primeros diez días de enero en relación con la calidad de ese pan nuestro de cada día, tienen ahora un nuevo matiz que no es posible subestimar.

Las propias autoridades gubernamentales ya han informado de varios territorios donde la población rechazó y dejó de adquirir ese producto, en porcentajes no despreciables, por la falta de correlación entre su nuevo precio de un peso y su calidad.

 

 

Pueden generar otros puntos de vista lo que hasta el momento ha sido calificado por Rodríguez como “nuevo matiz que no es posible subestimar” al referirse a que “la población rechazó y dejó de adquirir ese producto” por su problema de calidad”.

Ese “matiz” también ha sido señalado Juan Carlos Subiaut Suárez en su Comentario Digital:

Hablar del ¿pan? Comienzo y final de cualquier conversación cuyo tema sea la calidad –y últimamente, el tema de los precios -. Voy a contarles de la segunda semana del mes (no la anterior, pues como cambiaron el horario de las bodegas, no pude ni «visitar a las empleadas». Aquel lunes, cuando fui a comprar el que me tocaba, me preguntaron cuántos quería (el domingo, inusualmente habían «sobrado» tres sacos), cuando fui el martes, no había, pues las bodegueras habían decidido no aceptarlo, el miércoles no pude ir y ya ese jueves, al tratar de adquirirlo ya no había. Lo mismo pasó ese viernes. Asombrado, pensé ilusamente que lo estaban haciendo tan bueno, que la gente se fajaba por adquirirlo. Craso error. Estaba prácticamente igual; solo que, los bodegueros, ya esclarecidos que si no se vendía cargaban con el costo, lo daban al por mayor al que comprara.

Y no es el único caso en que próximo a la hora de cerrar la bodega, venden el pan en cantidades ilimitadas a quienes lo deseen, como el caso conocido por este redactor, a quienes varios clientes confiaron los motivos de esas adquisiciones en altos volúmenes.

Uno de ellos dijo que los compraba con el propósito secarlo, rallarlo y usarlo en polvo para empanizar, otro admitió que ante la escasez se lo comían por no haber otra cosa, pero… un tercero que guardaba silencio y solo habló cuando lo presionaron, en voz baja, como si confesara un crimen, dijo: es para los pollos.

Sin dudas, tienen razón quienes han emitido sus comentarios digitales sobre la relación que debe haber entre precio y calidad, o quienes exigen una acción más enérgica tanto a social como institucionalmente.

También resalta un comentario digital del que considera que el asunto concreto del pan, precio y calidad es solo la punta del iceberg y llama a ampliar la visión del asunto para que la Tarea Ordenamiento cumpla todos los objetivos que durante mucho tiempo se han estado preparando.

En resumen: entre tantos puntos de vista, exponemos otro para el debate. ¿Podremos generalizar lo que hasta ahora se califica como un nuevo matiz y dejar de comprar todo lo que no tenga calidad y/o lo consideremos con precio abusivo?

Si se trata de un vendedor estatal, le estaríamos dando una señal de respuesta para que sus administraciones y secciones sindicales promuevan acciones.

Y en el caso de los no estatales (privados, particulares, cuentapropia o como se prefiera llamarles) tendrían que evaluar muy bien el precio y la calidad para que no se les afecte directa y rápidamente su economía.

Tal vez estemos en el mejor momento para que como clientes, podamos apreciar el valor de un peso y antes de gastarlo hagamos cálculos de las consecuencias que puede tener para cualquier vendedor quedarse sin clientes o no poder vender la mercancía.

Hasta ahora el vendedor ha impuesto el cómpralo o déjalo, pero mejor ordenados podríamos plantearle al vendedor: con precio y calidad correctos, o te lo dejo.

Para abordar guaguas anteriores, clic aquí

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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8 comentarios en LA GUAGUA: Con precio y calidad correctos, o no lo compro

  1. Es necesario comprar alimentos para vivir, pero tenemos que ser magos para que el salario alncance para lo inspresindible como el pan para el desayuno y meriendas de los niños. muchos cuando tienen mas de 7 años no tiene leche para desayunar, la calidad del pan ya es un tema aburrido.los precios tema dijustos para los trabjadores de a pie. y para que hablar de lo poco que ns venden en las tiendass controlados por la libreta(pollo.aceite,detergente) si esto es cada 4 u 5 meses y habeces como el detergente cada un año, porque en comercio tiene la facultad de decidir para que bodega corresponde, y a la vez los administradores decidir para que cantidad de núcleos vender donde dejan reservas para los bodegueros,amigos y cuantos se le antojen como lo hace la administradora de mi bodega, que le dicen puedes vender para 200 núcleos y solo vende para 150 u 165. HASTA CUANDO TENEMOS QUE AGUANTAR ESTOS DESCAROS EN PALMIRA.

  2. El pan nuestro de cada día. Tendrán que convertir a los inspectores en panaderos porque nunca va a resolverse el tema calidad-precio.
    En el correo les dejo una foto
    Gracias y saludos

  3. Es una gran respuesta no comprar lo que tenga precios excesivos o no tenga la calidad necesaria. Pero de que nos alimentarnos, Si, todo fue multiplicado por 5 o más, y nada tiene precio ni calidad resl

  4. Eso precisamente es lo que hay que hacer, no comprarlo, respetarse a uno mismo como consumidor. Porque nada es eterno, ni las desgracias, ni las carencias, ni tampoco los desmadrados que te estafan. Claro que con eso no basta. Que el estado haga las cosas con calidad para que pueda exigir, para que hay competencia, sino ni hablar del tema.

  5. Bueno, casi me da verguenza hablar sobre el pan nuestro de cada día, me da verguenza que muchas personas de otros países lean estos comentarios o los escuchen en las calles o de las familias que visitan y personbas con que intercambian.
    Verguenza porque hemos podido vencer el bloqueo; derrotar al imperialismo en las arenas de Playa Girón; acabar con el bandismo que proliferó casi por todo el país; cumplir victoriosas misiones internacionalistas combativas; enviar cientos de médicos y personal de la salud y otras esferas con mano solidaria a disimiles países y muchas otras cosas que llenan a este país de gloria y lo ponen un escalón muy alto ante los gobiernos progresistas y pueblos del mundo y no hemos podido dar solución a algo que comparado con todo esto es una nimiedad. Razones, los que responden por esto no se ocupan y muchos roban y se hacen de dinero para comprar autos, motos, efectos electrodomésticos, celulares, ostentosas prendas, etc. Hay que acabar con todo esto, y no rendirnos jamás. Las revoluciones se hacen luchando, no contemplando los toros desde la barrera. Cuba Viva, Viva Cuba.

  6. Me parece que el redactor muestra poca imaginación al plantear como alternativa a la especulación, acaparamiento y robo en el peso por el comercio, que los consumidores (o sea el pueblo) hagan pesar mecanismos de «mercado» como sería renunciar a comprar (como si la gente comprara pan por vicio y no por necesidad). A mí se me ocurren unas cuantas soluciones más. Por ejemplo, meter unos meses a cortar marabú a los que roban al pueblo, sea cual sea su cargo. Es como si Cuba fuera un país sin ley y sin gobierno que la haga cumplir. Espero de corazón que esto no sea algo parecido al «desabastecimiento» programado de los secuaces del infame Gorbachov en la URSS de los 80..

  7. Desafortunadamente no es posible muchas veces rechazar el mendrugo debido a que hace rato ,por lo menos aquí en Las Tunas el pan liberado no se vende a gran escala y eso es lo único que los niños pueden llevar como merienda escolar. También es bueno que se revise la calidad de los almuerzos en los seminternados de primaria ya que por lo menos en Jesús Arguelles es bastante malo en su elaboración o sea su calidad.

  8. El lujo de rechasar no seria lo ideal,porque la necesida es muy grande y las tarima y puntos que tiene el estado estan desabastecidas.

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