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Cargando...Texto y foto: Osvaldo Rodríguez, corresponsal de PL en Panamá
Voces de la sociedad civil de Panamá congregadas este jueves en la ciudad de Panamá junto al busto del héroe cubano José Martí coincidieron en destacar que Cuba vela por los derechos humanos de su población.
La cita constituyó una fiesta. Entre bailes y música cubana, hablaron obreros, intelectuales, sindicalistas, médicos, estudiantes universitarios, profesores, jóvenes admiradores de la Revolución Cubana y artistas independientes, quienes resaltaron acciones y ejemplos de lo que sucede en la isla en defensa de la vida.
“Los artistas revolucionarios, comprometidos con la causa de Latinoamérica, apoyamos a la Revolución Cubana y a todo el pueblo cubano”, exclamó Lenna, una artista independiente quien destacó, además, el aporte de la cultura cubana al mundo y citó como ejemplo el legado de la laureada bailarina Alicia Alonso, fallecida en octubre de 2019, en La Habana.
Por su parte, el sindicalista Diógenes Sánchez recordó cómo el pueblo antillano abrió sus puertas al pueblo panameño: “Allí cientos de indígenas ngabes, kunas y emberá se graduaron de médicos y pedagogos”, dijo y rememoró el apoyo de la Cuba hermana en momentos difíciles de las luchas por la soberanía de Panamá.
La convocatoria, emitida desde la coordinadora del Frente Nacional por los Derechos Económicos y Sociales de Panamá, fue secundada por centrales obreras, sindicatos, grupos de solidaridad con Cuba, organizaciones estudiantiles y personas que a título individual acompañaron el gesto istmeño.
Respetando el distanciamiento físico por bioseguridad, la manifestación rodeó la efigie de Martí en celosa protección para bloquear la quimera de ciertas personas que amenazaron con usarla como pedestal para el mercenarismo. Durante dos horas la única voz que se escuchó allí fue la del pueblo panameño y su apoyo a Cuba.
La jornada reunió a los agradecidos, en su mayoría pertenecientes a las capas más humildes del país, que en el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos vinieron donde el Martí de la calle Cuba, frente a la sede diplomática de la isla en esta capital, para mostrar gratitud y admiración por la obra que lideró Fidel Castro.
Al finalizar el acto, bajo el precepto martiano de que honrar, honra, la embajadora cubana en esta nación, Lydia Margarita González, dio gracias a Panamá, representado esta vez por quienes agitaron sus banderas en el parque Belisario Porras, las mismas que les identifican en sus combates cotidianos.
