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En la recepción organizada por el Gobierno en el Palacio Presidencial en conmemoración del primer aniversario del triunfo, los invitados se sorprendieron al ver marcharse a Fidel, con mochila y fusil al hombro, junto con algunos de sus compañeros. Y el motivo era que en la estación ferroviaria de La Habana lo aguardaban 390 integrantes de las milicias estudiantiles de la Brigada Universitaria José Antonio Echeverría para partir a la Sierra Maestra. Un periodista le solicitó una nota para su periódico en saludo al Año de la Reforma Agraria, como fue llamado 1960, y él en un papel apoyado sobre la mochila de uno de sus acompañantes, escribió: “Vamos a renovar nuestras energías en el Pico Turquino para iniciar el segundo año de la Revolución”. Los siguientes 12 meses se caracterizaron por la profundización del proceso revolucionario, el incremento de la agresividad yanqui y la radicalización ideológica y organización de las masas. A continuación rememoramos algunos de aquellos hechos.

Educación y salud para todos

Como parte de la Reforma Integral de la Enseñanza fueron creadas 10 mil aulas de educación primaria, comenzó la construcción de grandes centros escolares y se convirtieron en escuelas los antiguos cuarteles de la tiranía. El 11 de enero Fidel inauguró el curso académico de nivel medio en la otrora Quinta Estación de Policía de La Habana, que fuera el cubil del torturador y asesino Esteban Ventura Novo, y el día 28 el cuartel Moncada se transformó en Ciudad Escolar 26 de Julio.

La creación del  Consejo Superior de Universidades fue un importante paso en el empeño de que en estos centros de altos estudios se graduaran los profesionales que necesitaba el país.

En un acto efectuado en la Sociedad Espeleológica de Cuba el 15 de enero, Fidel pronunció una frase que resumía el objetivo perspectivo de la enseñanza: “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia”.

La CTC creó aulas en numerosos centros de trabajo y cedió locales de sindicatos para la superación cultural de los trabajadores.

El Ejército Rebelde trabajó intensamente en la eliminación del analfabetismo de sus filas y la preparación técnica de sus efectivos.

La instauración del servicio médico social de graduados estuvo encaminado a atender a los sectores de nuestra sociedad que hasta el momento habían carecido de esas atenciones.

EE.UU. arrecia su hostilidad, Cuba responde

En marzo el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos aprobó el Programa de Acción Encubierta contra Castro y el Programa de Presiones Económicas.  El presidente Eisenhower ordenó al director de la CIA Allen Dulles “la preparación de una fuerza armada de cubanos exiliados que sería utilizada para invadir a Cuba, derrocar la Revolución y restablecer el sistema democrático representativo”.

Ya desde enero avionetas yanquis habían ocasionado incendios en los cañaverales con el propósito de sabotear la zafra; en febrero, Washington rechazó la propuesta cubana de reanudar negociaciones en igualdad de condiciones; y el 4 de marzo un sabotaje preparado por la CIA hizo estallar en los muelles del puerto habanero el vapor francés La Coubre que traía armas para defender la Revolución.

En el entierro de las víctimas del atentado, Fidel resumió la alternativa de la Revolución en la consigna de ¡Patria o Muerte! a la que se agregó en junio ¡Venceremos! expresada por él en la clausura del Congreso de la Federación Nacional de Barberos y Peluqueros.

Ante la supresión a Cuba de la cuota azucarera, por parte del Gobierno de Estados Unidos, el Consejo de Ministros cubano aprobó la Ley Escudo que autorizaba la nacionalización de empresas y bienes propiedad de norteamericanos en nuestro país.

La antigua Unión Soviética se comprometió a comprar todo el azúcar cubano y expresó su disposición a entregarnos petróleo.

Como respuesta a la negativa de las refinerías Texaco y Esso, norteamericanas, y la Shell inglesa, a refinar petróleo aportado por la URSS, estas fueron intervenidas, lo que hizo fracasar la maniobra imperialista de dejarnos sin combustible y paralizar la nación.

A lo largo del año se fue profundizando la Reforma Agraria, destruido el latifundio nacional y extranjero, entregado tierras gratuitamente a miles de campesinos, creadas granjas del pueblo, cooperativas cañeras, red de tiendas del pueblo, lo que estaba transformando radicalmente la fisonomía del campo cubano.

El 6 de agosto en la clausura del I Congreso Latinoamericano de Juventudes Fidel leyó la Resolución que dispuso la nacionalización de las refinerías de petróleo, 36 centrales azucareros y las compañías de teléfono y electricidad.

También  en  agosto,  en la VII reunión de consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA efectuada en Costa Rica, el canciller Raúl Roa denunció las agresiones de Estados Unidos contra nuestra patria. Al constatar la falta de acogida entre los presentes, sometidos al  imperialismo, la delegación cubana se retiró del cónclave, que al día siguiente aprobó la llamada Declaración de San José contra Cuba.

Nuestro pueblo acuñó la frase: “Con OEA o sin  OEA ganaremos la pelea”, y en respuesta, el 2 de septiembre 1 millón de cubanos reunidos en la Plaza de la Revolución capitalina, aprobaron la Primera Declaración de La Habana, donde se denunció públicamente la política injerencista de Estados Unidos, se reclamó la eliminación de la explotación del hombre por el hombre y se defendió el derecho de los oprimidos a decidir su propio destino.

El 17, el primer ministro y el presidente de la República firmaron la Resolución que dispuso la nacionalización de la banca estadounidense; un mes después, el 13 de octubre, se  produciría la expropiación forzosa de 382 grandes empresas industriales y comerciales pertenecientes a la burguesía cubana y la nacionalización de los bancos cubanos y extranjeros, con exclusión de los canadienses. Un día más tarde se aprobó la Reforma Urbana, y el 24 se produjo la nacionalización de todas las empresas estadounidenses que aún existían en el país, como respuesta a los embargos realizados por la Casa Blanca a mercancías destinadas a Cuba, entre otras medidas.

Histórico discurso en la ONU

El 18  de septiembre Fidel arribó al aeropuerto Idlewild en la ciudad de Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU. La delegación cubana fue obligada a abandonar el hotel en el que se alojaba, sin embargo el imperio no pudo impedir que en el hotel Theresa del barrio de Harlem, donde fue calurosamente acogido, Fidel se entrevistara con destacados dirigentes y jefes de Gobierno de países socialistas, africanos y asiáticos.

En la tarde del día 26 el líder cubano habló ante la Asamblea General durante cuatro horas y 10 minutos. Su intervención fue interrumpida 12 veces por grandes aplausos y cuando concluyó se produjo una ovación de varios minutos, hechos todos insólitos en ese escenario.

Fue una clase de historia de Cuba, de la penetración norteamericana en el país, de la obra de la Revolución, de denuncia de la agresividad de Washington, y demostración de la digna respuesta del pueblo.

El pueblo se organiza

Al regreso de Fidel a la patria y durante la concentración que en septiembre 28 se realizó ante el Palacio Presidencial, estallaron unos petardos. El líder de la Revolución propuso entonces crear un sistema de vigilancia colectiva popular, lo que dio nacimiento a los Comités de Defensa de la Revolución. Ya en agosto, las organizaciones femeninas revolucionarias se habían integrado en la Federación de Mujeres Cubanas, presidida por Vilma Espín. En octubre 21 se produjo la integración del movimiento juvenil cubano en la Asociación de Jóvenes Rebeldes. Y el día 30 se integraron las milicias obreras, estudiantiles y campesinas en las Milicias Nacionales Revolucionarias.

El movimiento sindical avanzó hacia su organización y unidad, con la depuración de sus filas de los elementos mujalistas.

El 15 de octubre Fidel anunció que en 22 meses el Programa del Moncada se había cumplido y en muchos aspectos superado. Y señaló que la Revolución entraba en una nueva etapa.

El 31 de diciembre en el país se decretó una movilización general ante el peligro inminente de una agresión armada de EE. UU.

El año siguiente sería el de la Educación y Fidel lo esperó en una cena con 10 mil maestros en Ciudad Escolar Libertad.

Fuentes: Núñez Jiménez, Antonio. En marcha con Fidel 1960.  Bell, José; López, Delia Luisa y Caram, Tania. Documentos de la Revolución cubana 1960.

Acerca del autor

Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …

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2 comentarios en 60 del 60

    • Lo que se nacionalizó estuvo funcionando mientras se pudo, y se pudo mantener en actividad un grupo de industrias gracias al ingenio, la inventiva y la capacidad de resistencia de los cubanos, pues ya desde antes de la nacionalización, el gobierno del país más poderoso del mundo, EEUU, había cortado los suministros de piezas de repuesto.
      En cuanto a si se nacionalizaron para destruirlas, claro que no. Sin embargo, destruirlas, destruir todo fue y es el objetivo del Gobierno de EEUU.
      Gracias por comentar, Manolo.

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