Cargando...Por: Duanys Hernández Torres
La Habana demostró su nivel al ganar por segundo año consecutivo la final nacional de Baseball5 en una fuerte pugna con Guantánamo.
Los capitalinos tuvieron que remontar una desventaja de cuatro carreras en el primer juego, y lograron empatar el desafío en la parte baja de la quinta entrada, a solo tres outs de la derrota.
Guantánamo marcó una en el extrainning y La Habana fabricó dos para dejar al campo a sus rivales. El segundo triunfo fue más holgado con marcador final de 5-0.
El internacional Briandy Molina resultó la gran figura de los campeones, al batear de 10-6 en la doble jornada, lo que influyó en su designación como el jugador más valioso entre los hombres de toda la justa.
Su compañera de equipo Yanisel Medina, líder en carreras impulsadas en la lid con ocho, remolcó otras cuatro en la final y fue escogida como la mejor entre las féminas.
La discusión por las medallas de bronce estuvo bien reñida. Artemisa repitió el tercer lugar de la primera edición con cerrado triunfo sobre Santiago de Cuba.
Los indómitos doblegaron al equipo occidental con marcador de 4-2 en el primer duelo, decidido en el mismo primer inning cuando marcaron todas sus anotaciones. Yonaile Mustelier y Roisbelis Núñez se fueron de 5-3, mientras Lismei Rosell impulsó par de carreras.
Artemisa mostró su favoritismo con sendos éxitos de 1-0 en el segundo y tercer juegos. El internacional Cristian Basabe impulsó la del gane en el tercer capítulo del segundo enfrentamiento, mientras Yusniel Naranjo trajo la decisiva en la baja de la segunda entrada del tercer partido.
Resultó clave en estos dos partidos la labor de la artemiseña de apenas 17 años Midday Valdés, bien precisa a la defensa y oportuna a la ofensiva.
El santiaguero Roibelis Núñez fue escogido como Golpeo de Oro (líder de los bateadores), al compilar de 23-13 para un average de 565. Además fue colíder en hits con el guantanamero Sergio Mario Rodríguez. Por su parte, Leudis Ruiz, de Guantánamo fue líder en carreras anotadas con 12.
El capitalino Osvaldo Dueñas recibió la distinción Mano de Oro (jugador más defensivo de la lid) con un solo error cometido en 30 lances para un promedio defensivo de 965.
El camagüeyano Alfredo Máximo Rodríguez resultó elegido como el mejor árbitro del torneo.
Santiago de Cuba resultó una digna sede para una disciplina destinada a un gran futuro internacional debido a su capacidad inclusiva, la poca duración de los juegos (el promedio en la final fue de apenas 19:18 minutos), y los pocos recursos que necesita para su práctica.
