Un galletazo al neoliberalismo

El de Argentina fue un triunfo de todo nuestro pueblo. Lo que se expresó en las urnas es la resistencia que hubo desde el primer momento contra las políticas neoliberales de Mauricio Macri. Fue un galletazo al neoliberalismo, que esperaba consolidarse como mínimo por cuatro años más.

Nos deja una herencia de pobreza, indigencia y hambre. Se abre un gran camino de esperanza para nuestro pueblo, para la región.

Con las políticas del FMI aumentó la pobreza y la indigencia a niveles que nos ponen al borde de una catástrofe social, la mayoría de nuestros niños y jóvenes ahora son pobres. Gracias a las movilizaciones no pudieron avanzar en una reforma laboral, pero no solo aumentó la desocupación, sino la precarización del trabajo.

Esperemos que este galletazo que le dimos, no a Macri, no a una sola persona, sino a ese sistema, pueda abrir los caminos para los trabajadores y las trabajadoras.

Para el nuevo gobierno el primer reto es terminar con el hambre y la pobreza. Hay propuestas de la clase trabajadora y que el nuevo ejecutivo ha puesto como prioridad. Hay que rearmar el aparato productivo, rescatar la pequeña y mediana empresa, que es la mayor creadora de puestos de trabajo.

Se rompe esa línea que atacaba la unidad, contra el Mercosur, el Unasur, a favor del bloqueo contra Cuba, en ataque permanente a Venezuela: no es un triunfo nada más en Argentina, es regional.

La agresión a Cuba es a todos nuestros pueblos. Tenemos que ser agradecidos porque en los momentos más duros, Cuba fue un faro que mostraba que se podía resistir. Toda esta solidaridad con el pueblo cubano y otros de América Latina es importante porque consolida un camino. (Ricardo Peidro, secretario general de la Central de Trabajadores Autónoma de Argentina)