El Cedro y el «comején» del abandono

El deteriorado camino no es el único causante de las reiteradas inquietudes en los procesos de rendición de cuenta del delegado de base del Poder Popular a sus electores, en la comunidad rural El Cedro, del municipio de Ciro Redondo, en la central provincia de Ciego de Ávila.

La unidad de la gastronomía allí se quedó sin techo, persianas y puertas. Tal vez se asocie el caso al huracán Irma que, en septiembre de 2017, devastó gran parte del territorio avileño. Sin embargo, El Cedro no dio su tronco a torcer frente al poderoso fenómeno. Sí se inclinó ante la necesidad de prestar recursos y le sucedió lo que refiere el refrán o algo por el estilo: el que da lo poco que tiene, luego a pedir se queda.

Ramón Socarrás Pérez no era en ese tiempo el delegado de la circunscripción. Ahora en ese cargo hace gestiones para devolverle al local lo que el viento no se llevó. No obstante, afirma que tras el paso del ciclón se personaron en el lugar funcionarios de la Empresa Municipal Mixta de Comercio y Gastronomía, desmontaron y trasladaron las planchas del techo, las persianas y la puerta, con el propósito de recuperar una unidad que había sido afectada.

Es decir «vestir» un problema para crear otro dilema en dicha empresa, marcada por auditorías y verificaciones fiscales, debido a su mayúsculo descontrol económico. Así las cosas, la empleada del circulo o centro gastronómico del Cedro se quedó sin empleo, desapareció el sistema de alimentación a la familia para las personas de bajos ingresos personales y la recreación brilla por su ausencia nuevamente este verano.

Alli solo quedaron las paredes y la nevera que está en la tienda de víveres, según Socarrás Pérez, quien asegura tener a mano las planchas de fibrocemento, pero le falta completar los ganchos para iniciar la labor de techado.

Todo el mundo oye al representante del pueblo de la circunscripción; sin embargo, la posible solución queda en la intención. Mientras tanto, a la unidad gastronómica de la comunidad rural El Cedro le sigue cayendo el «comejen» del abandono.