Cargando...San Salvador.— Con una combativa y unánime Declaración Final que condena la ilegal ocupación israelí y reconoce los inalienables derechos del pueblo palestino a su Estado independiente y soberano, culminó en esta capital el Congreso Constitutivo de la Unión Palestina de América Latina (Upal).
Bajo la consigna de la Diáspora Palestina Latinoamericana Al Awada, decenas de organizaciones, personalidades y activistas palestinos de países de América Latina y el Caribe dieron vida a esta institución que representa a las asociaciones de las patrióticas comunidades palestinas de la diáspora del continente.
El Congreso centró sus sesiones en la actual situación palestina y la amenaza sobre los derechos nacionales palestinos, y expresó enérgicamente su rechazo a la Cumbre de Bahréin, con la que se pretende imponer soluciones injustas mediante la canalización del Acuerdo del Siglo propuesto por Estados Unidos para liquidar la causa palestina.
Respecto a la situación interna palestina llamó a la unidad nacional como única forma para enfrentar la ocupación e impedir los designios israelonorteamericanos.
“Entendemos por Unidad Nacional, la unidad de las fuerzas políticas y sociales palestinas, la unidad geográfica y política de los territorios palestinos, la unidad de la lucha de nuestro pueblo dentro y fuera de la patria y la unidad en el programa estratégico del pueblo palestino”, establece la Declaración.
Para lograr esa anhelada unidad del pueblo y sus fuerzas activas, señala, no hay otro camino que un proceso democrático para reconstruir la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) sobre bases firmes mediante elecciones democráticas del Consejo Nacional, con la participación de todo el pueblo palestino.
El Congreso ha propuesto un plan de acción mediante el cual se compromete a:
1.- Luchar para la unidad de todas las comunidades palestinas en América Latina, dejando abierto el diálogo para tal fin.
2.- Defender los derechos nacionales del pueblo palestino, la autodeterminación, al establecimiento del Estado independiente y soberano con su capital Jerusalén y al retorno de todos los refugiados a sus propiedades de las que fueron expulsados por la fuerza desde 1948, bajo la conducción de la OLP,como su único y legítimo representante, y en los términos del derecho internacional.
En este contexto, el Congreso llama a ejecutar todas las resoluciones y decisiones del Consejo Nacional y Consejo Central, y en primer lugar, dejar de trabajar en base a los Acuerdos de Oslo, que han causado tanto daño a nuestra causa y al futuro Estado independiente.
No es nuevo, expresa, que con los Acuerdos de Oslo ha aumentado la colonización, el robo de tierras, la destrucción de la infraestructura civil, las deportaciones, los encarcelamientos ilegales y las continuas agresiones contra la población bajo ocupación, incluido el criminal bloqueo contra la Franja de Gaza, además de la ataduras impuestas por la ocupación israelí que llevó al pueblo palestino a la extrema pobreza.
A la vez, se compromete como palestinos de la diáspora en esta parte de la tierra, a:
* Mantener la lucha hasta que Israel abandone los territorios que ocupa ilegalmente desde 1967 y se establezca el Estado palestino independiente y soberano con su eterna capital, Jerusalén;
* Poner nuestro esfuerzo para apoyar la lucha de nuestro pueblo en la patria ocupada desde 1948, por la igualdad de derechos de todos los ciudadanos.
Continuar la batalla para el retorno de todos los refugiados, como un derecho inalienable, individual y colectivo, a sus hogares y propiedades de las que fueron expulsados por la fuerza desde 1948 y sostenerla hasta liberar a más de 6 mil prisioneros palestinos, encarcelados en las mazmorras de la ocupación israelí;
*Continuar formando parte de la resistencia de nuestro pueblo contra la ocupación y la colonización israelí, amparados en los derechos que nos asisten en virtud de las Resoluciones del derecho internacional”.
Para lograr nuestros objetivos, planteados en el Congreso, es necesario llevar a cabo un plan de acción amplio para movilizar los potenciales de nuestras comunidades en el continente y se tomó como acuerdo que cada organización, dentro de las posibilidades de cada país, llevará a cabo este plan de acción.
Finalmente señala, que estamos a favor de un proceso democrático para desarrollar los cambios anhelados por los pueblos de estos países, para erradicar la pobreza y la desigualdad, y rechazamos completamente la injerencia extranjera en los asuntos internos de nuestros países latinoamericanos. Y agradecemos a los pueblos y gobiernos que apoyan la causa palestina.
Durante las sesiones del evento fue leído el mensaje del Obispo de Jerusalén Atallah Hanna, a los queridos hermanos y hermanas, participantes y presentes en el Congreso de las Asociaciones Palestinas en América Latina.
Me complace, afirmó el líder religioso, dirigirme a ustedes desde la Ciudad Santa de Jerusalén, que nosotros, los palestinos, consideramos nuestra capital nacional y espiritual, y que cobija nuestros lugares sagrados musulmanes y cristianos, para saludarlos y desear el éxito de su Congreso con su anhelado objetivo de unir a nuestras comunidades en América Latina para defender Palestina y su capital Jerusalén.
La representación de la diáspora palestina en la Mayor de las Antillas estuvo a cargo del ingeniero Alfredo Deriche Gutiérrez, presidente de la Unión Árabe de Cuba.
