El apego al trabajo en el ADN de una familia espirituana

Además de compartir genes —por su condición de padre e hija— y visibles coincidencias físicas, para Sinecio Gowen Martínez y Ekaterine Gowen Dickinson, la consagración al trabajo constituye otro lazo consanguíneo.

Tal vez porque los valores pueden heredarse o porque se enseñan y se aprenden desde la cuna, en ambos sobresale su carácter jovial y noble, pero, sobre todo, el empeño que le imponen a cada tarea que asumen, capacidades percibidas por quienes los eligieron como delegados al XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) por la provincia de Sancti Spíritus.

Próximo a cumplir 81 años, Sinecio no piensa en el descanso. “Me siento en completa disposición de seguir aportando a la sociedad y a la Revolución cubana mientras tenga posibilidades, y aún las tengo”, sostiene.

Aunque laboró gran parte de su vida como trabajador estatal y dirigente administrativo (fue militar, durante casi dos décadas asumió la dirección de la Oficina Provincial de Finanzas y Precios, participó en la creación de las Ferias Agropecuarias y estuvo al frente de importantes obras constructivas como el boulevard de la ciudad de Sancti Spíritus), en la actualidad se desempeña como trabajador no estatal y además dirigente sindical de base.

¿Cómo asumió ese cambio radical de perspectiva laboral?

“No percibo las diferencias. A toda labor hay que dedicarle tiempo y hacer correctamente lo que te toca. Ahora como agente de telecomunicaciones aprovecho mi jornada y cumplo lo que está establecido como siempre lo hecho. Es una nueva forma de ganar el sustento con dignidad y horadamente, y muchas personas han mejorado su economía familiar y se sienten útiles, porque no están en su casa mirando para el techo.

“Como dirigente sindical de base represento a 46 trabajadores no estatales, agentes de telecomunicaciones en el Consejo Popular Parque. Es un sector de nueva creación, compuesto principalmente por amas de casa, jubilados y otras personas que antes no habían tenido vínculo laboral. Al principio muchos no querían afiliarse porque decía que el sindicato no resolvía ningún problema.

“A partir de un buen funcionamiento logramos el ciento por ciento de afiliación voluntaria y activa. Lo importante es estar al tanto de todo y de todos y cuando exista una situación darle el frente con seriedad. Con esa premisa vamos al Congreso, a tirar duro, porque es una modalidad importante, que acercó a la comunidad los productos y servicios de ETECSA, y aportó nuevos empleos, pero que aún puede perfeccionarse”, acotó Sinecio.

Un orgullo recíproco, afianzado con el ejemplo se tienen padre e hija. “De mi padre aprendí que no hay tarea fácil, que con empeño y dedicación se pueden hacer grandes cosas. Él lo ha demostrado durante sus ochenta años”, aseguró Ekaterine, quien durante 15 años ha ocupado diferentes responsabilidades en el accionar sindical, principalmente vinculada al sector de la pesca.

“Llegué a la Unidad Empresarial de Base Indupir recién salida de las aulas de la Universidad Central Martha Abreu de las Villas donde me gradué como ingeniera Química. Y fue otra gran escuela porque ahí prevalecen trabajadores muy consagrados, que no tienen en cuenta horarios, ni carencias para trabajar fuerte”.

Desde hace unos meses ella asume el cargo de Secretaria de la CTC en el municipio cabecera, con una visión de acercamiento a la base. “Vivimos momentos de mucha exigencia y eso amerita un acompañamiento constante para concretar ese impulso productivo del que tanto se habla, y que conlleve a un mejoramiento de las condiciones de trabajo y también salarial. Ahí está un punto importante para realzar la credibilidad del movimiento sindical”, apuntó Ekaterine.