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La disfonía, el síntoma principal de la laringitis nodular

Más de una profesión u oficio pueden estar asociados a la laringitis nodular, pero sin lugar a duda son los maestros y profesores —como es lógico— quienes más la padecen.

El doctor Luis Manuel Torres García palpa el área del cuello a un paciente con disfonía. Foto: Alina M. Lotti

Esta afección —incluida también en la Ley número 116, Código de Trabajo— consiste en la inflamación o infección de la laringe y ello trae consigo que las cuerdas vocales se inflamen, cambien la forma en que vibran y el sonido de la voz.

A propósito del tema, Luis Manuel Torres García, especialista de Primer Grado en Otorrinolaringología, Profesor Instructor e Investigador Agregado del Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores (Insat), explicó que los nódulos son formaciones blanquecinas de pequeños tamaños que se localizan en el borde libre de las cuerdas vocales, como un engrosamiento de la capa superficial de la mucosa. Por lo general, son simétricos, es decir, están ubicados uno frente a otro.

Dentro de sus causas —agregó— podemos señalar que son lesiones traumático-fonatorias, producidas por el abuso, la hiperfunción o hiperactividad de las cuerdas vocales, además del mal uso de estas.

También pueden influir en su aparición otros factores irritantes como las infecciones del aparato respiratorio, el hábito de fumar, el alcoholismo, el reflujo gastroesofágico y los del ambiente laboral: como el humo, los gases, los químicos, el polvo y los aerosoles.

El especialista precisó que la enfermedad igualmente se observa con mayor frecuencia en recepcionistas, telefonistas, abogados, dirigentes, comunicadores sociales.

En fin, personas que emplean la voz en mayor escala como parte de su trabajo.

Un aula con una matrícula que no exceda los 25 alumnos y esté situada lejos de fábricas u otros lugares donde haya ruido, son algunas medidas que se pueden tomar para evitar la laringitis nodular. Foto: César A. Rodríguez

¿Cómo identificarla?

El cuadro clínico se caracteriza por la disfonía, que son las alteraciones que ocurren en la voz, con modificaciones de su timbre, intensidad, altura y duración. Empeora con la actividad laboral, sobre todo al final de la jornada, y mejora con el reposo.

En cuanto a su diagnóstico este se confirma a través del examen de la laringe, que se realiza en una consulta especializada ya sea de otorrinolaringología o de foniatría.

En algunos casos, cuando no se logra identificarla por esta vía, entonces hay que recurrir a determinado equipamiento de fibra óptica o a la laringoscopía directa, la cual se hace en el quirófano.

En relación con el tratamiento es recomendable que cada trabajador que presente una disfonía de más de 30 días de evolución (crónica), sea evaluado por los especialistas.

Tratamiento y prevención

Lo más importante respecto la prevención es lograr el cuidado de la voz; evitar la hiperfunción o hiperactividad de las cuerdas vocales; el abuso y mal uso de estas, y controlar las infecciones del aparato respiratorio que pueden tener su incidencia.

Mencionó el ejemplo de un aula, donde la matrícula por grupo no debe superar los 25 estudiantes, pues entonces el profesor tendría que hacer un esfuerzo mayor con la voz.

Resaltó que se deben tomar las medidas pertinentes sobre las indisciplinas para que este educador no se vea en la necesidad de excederse. “Es fundamental evitar el ruido de fondo y tratar de que la escuela no esté ubicada cerca de un taller o de una fábrica”.

El doctor Luis Manuel subrayó que un principio de la medicina es interrogar a la persona; hacer el examen físico, el cual conlleva la palpación del área de la laringe, es decir, el cuello y, posteriormente, efectuar la laringoscopía indirecta, la cual se realiza en una consulta de otorrino o de logopedia y foniatría.

El tratamiento incluye el reposo de voz y se indica el empleo de antinflamatorios esteroideos y no esteroideos, y los naturales, tales como la sábila, el romerillo o el propóleo. Asimismo, resulta esencial la rehabilitación mediante los ejercicios vocales.

Cuando todo ello se ha aplicado y no se han obtenido resultados satisfactorios puede llegarse al tratamiento quirúrgico.


Criterios a tener en cuenta en el diagnóstico de enfermedades profesionales

Clínico: En la consulta de las especialidades referidas se constatan los nódulos a través de la laringoscopia indirecta.

Ocupacional: Se avala por la profesión de la persona, se tienen en cuenta los años de labor, las horas de trabajo al día y la sobrecarga.

Higiénico-epidemiológico: Se valoran las condiciones higiénicas- sanitarias donde se desarrolla la actividad, el ruido de fondo, la presencia de polvo y sustancias químicas irritantes.

Legal: Esta enfermedad está amparada o incluida en el listado de enfermedades profesionales del Código de Trabajo.

 


Funciones de la laringe

Voz: Esta se produce como resultado de tres componentes, es decir, la producción de flujo de aire, la generación de sonido y la articulación de la voz. Las cuerdas vocales se encuentran en el centro de la laringe.

Respiración: Desempeña un rol importante en el control de flujo de aire para la respiración, que es controlado por los músculos intrínsecos que trabajan para abrir las cuerdas vocales y que permiten el flujo de aire hacia la tráquea. Si se interrumpen las señales en las cuerdas vocales, los individuos pueden no solo tener problemas para hablar, sino para respirar.

Deglución: La laringe se asienta en la parte superior de la tráquea, o tubo de respiración. Sus músculos intrínsecos trabajan para mantener las cuerdas vocales cerradas e impedir el paso de flujo de aire a la tráquea, mientras que los músculos extrínsecos desplazan la laringe arriba y hacia adelante. Los músculos de la garganta (faringe) entonces se contraen para ayudar a empujar la comida hacia el esófago. Es importante que los alimentos, los líquidos y la saliva prevengan que se mueva hacia abajo el tubo de respiración, pues puede causar la aspiración.


 

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