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¿Protección al consumidor? II Parte y final

La relación oferta-demanda-precio es un tema polémico que Trabajadores vuelve a cuestionar por el deterioro de alimentos en los agromercados del municipio de Ciro Redondo, enclavado en la central provincia cubana de Ciego de Ávila, donde se solicitó la opinión de miembros del Consejo de Dirección de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Comercialización de Productos Agropecuarios en ese territorio.

Protección al consumidor y al trabajador de Acopio, retos en agromercados del municipio avileño de Ciro Redondo. Foto: José Luis Martínez Alejo

 

Alberto Reyes, económico de la unidad, explicó: “Tenemos implementado un sistema de comercialización acorde con la norma técnica establecida en el país relacionada con el 1,5 por ciento permisible para realizar cambios de calidad de los productos y asumir pérdidas. Cuando un agromercado supera ese porcentaje hay que confeccionar un expediente según lo establecido en la resolución 20 del Ministerio de Finanzas y Precios.

“Muchas veces ocurre el deterioro de los alimentos porque hay administradores nuevos y otros con experiencia, pero no hacen la gestión de venta necesaria, no tienen el conocimiento de marketing, pues la mercancía hay que representarla para que le guste al cliente, acomodarla, clasificarla, beneficiarla. Realmente, hay que seguir capacitando al personal.

“Varias ocasiones he detectado en los anaqueles el plátano de primera calidad ligado con el de segunda y el de tercera, pues el administrador no lo beneficia, tal vez debido a falta de tiempo en determinados momentos en que la demanda es alta, lo cual afecta al cliente.

“El trabajo con las mermas y el 1,5 tiene que ser día a día, cuando concluyen las ventas por la tarde hay que dejar el mercado preparado para la siguiente jornada, la mercancía clasificada con el cambio de calidad realizado. En tal sentido, por ejemplo, el mercado número 4 del lugar conocido por Barrio Nuevo,  tiene una excelente labor en la prestación de servicios y el mayor nivel de venta entre los pertenecientes a nuestra UEB.

“Dichas mermas se llevan a una cuenta de gastos por pérdidas, las cuales afectan el resultado de la entidad, no obstante, estamos en el rango del 1,5 por ciento permisible al cierre del primer semestre del presente año.

El bolsillo paga las consecuencias

Las viandas que se descomponen en las placitas afectan el salario de sus trabajadores. Aunque le expliquen una y otra vez el objetivo del 1,5 %, Yamisleidys Vitorte Rodríguez, empleada del punto de venta número  8, del barrio La Calera, no comprende cómo puede afectársele sus ingresos salariales al extremo de no haber sido remunerada en junio pasado, si su puesto de trabajo no tiene las mínimas condiciones para garantizar la calidad de los alimentos y de la prestación del servicio al consumidor.

“Quienes laboran en la red de ventas están vinculados al sistema de pago a destajo, cuando ellos sobrepasan el 1,5 % permisible por concepto de mermas y cambio de calidades de las viandas, se le descuenta una parte de su salario…”, explicó Oneida León González, especialista en gestión de los recursos humanos.

La evidencia de lo cierto es que muy limitados están los recursos materiales y financieros en ese establecimiento para cumplir el compromiso del programa de autoabastecimiento municipal de 30 libras mensuales por habitante, algo más de siete libras se garantizan en la actualidad.

Al respecto, Yulexis Madrigal Labrada, directora de la UEB de Acopio en Ciro Redondo, declaró: “Resulta difícil enfrentar la tarea con un camión de seis toneladas de capacidad y hay déficit de pesas para la comprobación en los mercados, entre otras limitaciones. Otro problema es que la Empresa Municipal de Comercio no asume toda la demanda de productos del agro que tiene la población en cada Consejo Popular, por lo que en el mes de julio fue deficiente la venta en las unidades comerciales principalmente de las comunidades rurales, donde no tenemos puntos de venta de viandas, hortalizas, granos y frutas”.

Tanto la UEB comercializadora de productos agropecuarios, como la Empresa Mixta de Comercio y Gastronomía, bajo la supervisión de la Delegación de la Agricultura y el Consejo Municipal de la Administración en Ciro Redondo, tienen la responsabilidad de materializar las medidas encaminadas al balance alimentario y nutricional de la población, y de buscar soluciones con las nuevas formas o sistemas de pago, con vistas a proteger también a los trabajadores, su recurso más valioso, para que jóvenes como Yamisleidys Vitorte tengan asegurado como mínimo el salario escala, cuando no dependan de ellos las insuficiencias de un sistema de comercialización de alimentos de origen agrícola que no acaba de “madurar”.

Luego de que Trabajadores digital publicara la primera parte de este reportaje el día 4 del presente mes, creció el nivel de ofertas en los Mercados Agropecuarios Estatales del poblado cabecera del mencionado municipio. Sin embargo, estas formas de comercialización no toman el mando en la competencia, pues siguen disparados los precios en productos como el plátano vianda que abunda en Ciego de Ávila, una provincia eminentemente agrícola.

De izquierda a derecha: Oneida León González, Yulexis Madrigal Labrada y Alberto Reyes, miembros del Consejo de Dirección de la Unidad Empresarial de Base de Comercialización de Productos Agropecuarios en el centro de la provincia de Ciego de Ávila. Foto: Cortesía de Establecimiento Municipal de Acopio
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