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El último tren de medallas

Barranquilla.— La estación no espera más. Cuba debe montarse en el último tren de medallas esta semana, con la lógica, pero tenaz aspiración de retener el primer lugar por naciones en estos XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, que vivieron este domingo su oncena fecha competitiva y siguen lidereados por México.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Al cierre de esta domingo habíamos sumado una excelente medalla de plata del conjunto de gimnasia rítmica en la modalidad de conjunto y un bronce por intermedio de Reynier Estopiñán en el rifle a 50 metros en tres posiciones; en tanto se aseguramos los títulos en cuatro divisiones de la lucha, el hockey sobre césped varonil y en una de las tres pruebas del atletismo (salto con garrocha (f),  con Yarisley Silva y récord incluido de 4,70).

Cuando restan poco más de 140 juegos de preseas por repartir, la carga antillana deposita sus aspiraciones de alcanzar a los aztecas con la faena de judocas, boxeadores, luchadores, canoístas, tiradores, voleibolistas de playa y sala, esgrimistas, polistas, balonmanistas, badmintonistas, arqueros y por supuesto, de los representantes del campo y pista.

Solo una eficiencia de más del 60 por ciento en las finales que acudamos, combinada con una baja de México en las opciones que le restan permitirían cerrar la diferencia, que ni el más optimista hubiera dado que llegara a ser de alrededor de 50 oros días atrás.

La hora del análisis sobre lo que salió mal, las causas de derrotas imperdonables y la estrategia a seguir a menos de 12 meses del próximo compromiso del ciclo olímpico: los Juegos Panamericanos de Lima 2019 llegarán tras apagarse el pebetero el próximo 3 de agosto. Ahora se impone montar en el tren, aumentar la velocidad y sacar el extra que identifica a los cubanos: coraje, garra, ganas y corazón. Matemáticamente es posible todavía. Objetivamente es bien difícil la tarea.

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