Cargando...Barranquilla.- Si algún lugar puede calificarse como el corazón de unos juegos deportivos múltiples es la Sala de Prensa. Aquí se decide la información hacia el mundo del evento y los colegas pueden amanecer, dormir, anochecer, madrugar, almorzar, comer y lograr su mejor o peor crónica del evento, aunque nadie sepa nunca los trabajos que pudo pasar para ello.
Para estos XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, el Centro de Eventos o Convenciones Puerta de Oro de esta ciudad fue el escogido para esta convivencia cómplice, con grandes monitores, conexión wifi, sala de conferencia, atención especializada y 270 puestos de escritorios, los cuales, a decir verdad, han estado cubiertos en estos primeros cinco días a un 40 por ciento como máximo.
Se trata de una majestuosa instalación en cuanto a infraestructura —algunos dicen que es el más grande que tiene toda Colombia— y tan es así que junto a la vida diaria de los más de mil colegas acreditados conviven las competencias de gimnasia artística y tenis de mesa, para dar paso luego en esos mismos espacios a las de gimnasia rítmica y esgrima.
Unas decenas de voluntarios han sido atentos hasta el mínimo detalle, aunque no todos han podido resolverlos como la salida puntual del transporte al resto de las instalaciones, pues el famoso “trompo” habitual en estas citas han sido esta vez taxis o microbuses de 15 plazas máximo que paga el Comité Organizador, pero solo con la garantía de llegar al lugar solicitado, lo cual puede ser 20 minutos después de iniciado el partido o cuando ya se acabó la premiación.
Sin embargo, todas las mañanas la edición del periódico El Heraldo nos acompaña en cada puesto de trabajo y no faltan los colegas de casa que interrumpen nuestras primeras líneas para pedirnos una opinión de los juegos, la alegría de los curramberos, los cambios políticos en Cuba o preguntarnos simplemente quién ese Manrique Larduet, tan divertido cuando gana en la gimnasia que hasta su baile ya es compartido por redes sociales.
Pero el ambiente más rico de la Sala de Prensa es la confraternidad y los lazos afectivos que deja entre profesionales de la prensa. Y un ejemplo de ello es el fotoreportero de nuestro periódico, José Raúl Rodríguez Robleda, que lo mismo saluda al guardia de la entrada como si lo conociera de toda la vida que pide favores a los voluntarios para guardar sus bolsos, cámaras y lentes cuando el hambre le pide salir a almorzar.
¿Por dónde anda Pepe?, ¿Es posible localizar al fotógrafo Pepe?, son preguntas recurrentes ya en la Sala de Prensa, donde nuestro periódico va aportando un toque distintivo en medio de unos Juegos que además de las medallas dejan este legado de amistad.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el 2019. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
