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La Conferencia XXI Congreso de la CTC en Matanzas, la número 11 de 13 por realizar, resultó tan diversa como su propia estructura económico- social, necesitada, sin embargo, de planes de prevención que eviten manifestaciones delictivas, daños productivos, de servicios y en los ingresos estatales e individuales.
Pese a la identificación de 68 centros vulnerables y la atención brindada por los cuadros, según el informe, las acciones no pudieron impedir la ocurrencia de 165 hechos, la mayoría hurtos cometidos en establecimientos de sectores relevantes como la Agricultura, Energía y Minas, Salud, Educación, Comercio y Deportes, estos dos últimos marcados también por hechos de corrupción.
A 682 mil 923 pesos con 15 centavos y a más de 50 mil CUC ascendió el perjuicio económico de los robos detectados, un asunto falto de mayor influencia sindical en la preservación de la materia prima, de los trabajadores que la transforman y de la mercancía de ella derivada, coincidieron varias intervenciones.
Los 20 años sin delitos ni corrupción en la dirección de Meteorología, con ocho grupos electrógenos bajo su custodia, hablan a las claras de la clase de empleados que tenemos, dijo Milagro Alfonso, posturas que deben ser generalizadas por el bien de una economía matancera muy fracturada en establecimientos como el cárnico Reynold García.
Sobre cuánto queda al sindicato en la evaluación de las causas y condiciones favorecedoras de esas inadecuadas conductas reflexionó Isdalis Rodríguez, secretaria general de la CTC en la provincia, quien instó una labor integral, incluyente de un reforzamiento de todas las alternativas de vigilancia y de la elevación de la combatividad en los colectivos laborales, en cada brigada, en cada puesto.
Al enfrentamiento de las ilegalidades en el sector no estatal hubo referencias, las nuevas formas de gestión donde han existido actitudes inapropiadas vinculadas con proxenetismo, y que demandan de un sindicato diferente al tradicional, donde “hay que convencer, explicar y no siempre tenemos el apoyo de los organismos, del gobierno o de la ONAT…, lo que complica nuestro quehacer”, consideró Joel Báez Almeida, al frente de los arrendatarios en divisa.
Planteamientos relacionados con la contratación, los aseguramientos de la materia prima, sistemas de pago, distribución del salario, mala calidad de los medios de producción, se reiteraron en los balances de renovación o ratificación de mandato en las organizaciones de base, un proceso de capital importancia porque “es ahí donde necesitamos se fortalezca el trabajo sindical”, valoró Carmen Rosa López Rodríguez, segunda secretaria de la CTC nacional.
Calificó como positiva la elevada presencia de jóvenes y mujeres en el 34 por ciento de renovación alcanzada a ámbito de país, y la continuidad de quienes se mantuvieron en sus cargos, muestra de la confianza de los afiliados en ellos depositada.
Ahora, convocó, hay que lograr que las estructuras funcionen. El sindicato existe en asamblea, agregó. “Urge hacerlo cada vez más creíble”, aludió en referencia a una organización que será sometida a escrutinio en los próximos meses, cuando se discuta en todos los colectivos el documento base XXI Congreso de la CTC, dirigido al fortalecimiento del funcionamiento sindical.
López Rodríguez apeló al empuje típico de la CTC y sus sindicatos para protagonizar movilizaciones en las diferentes obras inversionistas para saludar el 12 de octubre el 325 aniversario de la ciudad, acciones constructivas donde de “verdad se pueden realizar trabajos voluntarios útiles, que aporten, para poner bien bonita a esta urbe”, señaló.
Al Comité electo, al frente del cual se ratificó a Rogelio Leyva, corresponde afianzar el desempeño orgánico, a fin de lograr eficacia político-ideológica, éxitos en las misiones sindicales, en el cumplimiento de los planes y en el enfrentamiento al delito, la corrupción y las ilegalidades, afirmó en las conclusiones el primer secretario del PCC en el municipio, Boris Luis Guerrero Delgado.
