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En Camagüey hasta el 2020 tres acciones marcarán la primera fase de la Tarea Vida, plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático en Cuba, las cuales “avanzan gracias al ajustado plan que presentan y al apoyo multisectorial”, según constató Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
La primera reunión de control del plan que realiza la titular en el territorio contribuyó a afianzar las metas que a corto y a largo plazo se establecen los científicos, ya que cuestiones como el cuidado de las playas arenosas, la instrucción salina y la preservación de los acuíferos se deben atender de manera casi inmediata.
“En la ultima década los efectos del cambio climático muestran un aumento de la línea de costa de 1.2 metros anuales, por lo que la atención a los malecones de Cuba y la protección costera es esencial. Por ejemplo, en aquellos lugares donde se aplicó una protección natural, cuando pasó el huracán Irma la arena no pudo penetrar en las instalaciones”, explicó Pérez Montoya.
Durante el encuentro se analizó también una situación que enciende las alarmas: la protección de los alimentos, pues en en territorios agramontinos como Vertientes y Florida el arroz peligra por el aumento de la instrucción salina.
Sobre ello la ministra alertó: “La respuesta a todos los problemas no es el cambio climático. Debemos prepararnos, adapatarnos, leer los partes científicos tanto de Cuba como del mundo, analizar nuestra situación e implementar soluciones como buscar semillas resistentes o trasladar las áreas de siembra.
“Esa responsabilidad no es solo del Citma, sino de todos los organismos, y no se puede perder un minuto en su ejecución”.
El programa en Camagüey incluye otras acciones como el vertimiento de arena, monitoreos del ecosistema, la siembra o restauración de alrededor de 22 mil hectáreas de bosques de mangle, así como trabajos de recuperación.
