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Aduana responde a colaboradores de la salud

La Aduana General de la República (AGR), una vez más, responde a inquietudes y preocupaciones planteadas por aquellos colaboradores cubanos de la salud que prestaron sus servicios en la hermana República Bolivariana de Venezuela, y que –desde hace tres años– tratan de recuperar sus envíos realizados a Cuba por medio de la agencia Espiral Infinito.

En este caso, Luis González Barroso, jefe del Departamento de Atención a la Población de la AGR, contesta a la carta enviada a nuestra redacción por la ciudadana Mayelín Vázquez Tase, residente en la provincia de Santiago de Cuba.

“Como hemos manifestado en ocasiones anteriores a otros órganos de prensa que nos han remitido esta problemática, los responsables de la recepción, custodia y entrega de los envíos que arriban al país son las agencias transitarias y no la Aduana.

“El contrato efectuado por los colaboradores con la agencia Espiral Infinito es personal (cliente-agencia) y fue suscrito en Venezuela, lugar donde dicha entidad tiene su domicilio legal reconocido.

“Por tanto, de existir incumplimiento de las obligaciones contraídas por las partes, corresponde a los afectados efectuar la reclamación a esta agencia, en correspondencia con la legislación vigente en el país donde se realizó la contratación.

Según los directivos de la agencia transitaria Transcargo, Espiral Infinito estuvo embarcando cargas a Cuba hasta febrero del 2015, en virtud de un contrato de corresponsalía con esa entidad, operaciones que dejaron de realizar por razones de índole financiera.

Aclara que en agosto del pasado año, en un artículo publicado en el diario Juventud Rebelde, en respuesta a planteamientos similares, trascendió que Espiral Infinito “estuvo embarcando carga con destino a Cuba hasta el 3 de febrero de 2015, en virtud de contrato de servicio de corresponsalía firmado con Transcargo en nuestro país, a fin de que atendiéramos las cargas que esta enviaba”.

Este tipo de contrato –asegura el texto– que se suscribe con otras agencias de cualquier parte del mundo (…), contempla que nuestra entidad asume su obligación una vez que la carga llega a Cuba, con todos los gastos pagos en su origen para la entrega al destinatario.

Añade que cuando la carga está autorizada y lista para su entrega por la Aduana, Transcargo debe citar al cliente; este paga a Transcargo por sus servicios, así como los aranceles de Aduana cuando procedan.

“Conocemos que la suspensión de los embarques de Espiral Infinito hacia nuestro país se debió a no disponer de moneda libremente convertible para sufragar los gastos en que se incurre en dicha moneda desde el origen, incluida la transportación marítima hasta el lugar de destino”, refiere el directivo.

Por tanto, aclara, la Aduana y Transcargo no son responsables de la situación ocasionada.

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