Cargando...Bajo el ya habitual lema Arte, utilidad y oficio, y en el Año Iberoamericano de las Artesanías, mañana, a las 2:00 p.m., abrirá al público, en Pabexpo, la XXI edición de la Feria Internacional de Artesanía (Fiart), que se extenderá hasta el 17 de diciembre y será dedicada a Santiago de Cuba y a la manifestación artística del vidrio. Según el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), patrocinador del popular encuentro, se habilitarán 67 stands que serán ocupados por los 17 países invitados. En otros 22 se instalarán diferentes instituciones.
Entre los 173 artesanos artistas de La Habana, que ofertarán sus productos en los 239 espacios de ventas diseñados con tal fin en el recinto ferial del municipio de Playa, se encuentra el de la Familia Cadalso, la cual participa, por cuarta vez consecutiva, en esta cita movilizadora de multitudes que acuden en busca de valiosos artículos —de uso doméstico y personal—, de manufactura local e internacional.
Arte original y altruista
En víspera de la apertura de Fiart visitamos a Miguel Francisco Cadalso, que está al frente del proyecto conformado por una decena de miembros de la parentela —su imaginativa esposa Lázara y su hija Geisel, además de sobrinos, hermanos…—, quienes para esta ocasión confeccionaron una colección de originalísimas lámparas —de mesa y de piso— y réplicas de rejas recreadas en originales realizados por diestros herreros de los siglos XIX y XX en disímiles edificios de La Habana.
Este grupo de artesanos artistas han incorporado a sus obras el vidrio, obtenido de botellas vacías. Tanto los alambres de cobre, que generalmente extraen de las tuberías de equipos de aires acondicionados y de los de refrigeración inservibles, como los cristales que incorporan a sus trabajos, son reciclados por ellos. Egresado en 1989 de la Academia de Artes Plásticas San Alejandro, con 47 años de edad, este emprendedor artífice tiene en mente muchos nobles proyectos, entre ellos el restablecimiento de su trabajo con la comunidad, en particular con unos 30 niños de diferentes zonas de Centro Habana y de otros municipios, algunos de ellos con Síndrome de Down, distintos padecimientos físicos o provenientes de familias disfuncionales.
La altruista tarea ha sido reconocida por varios organismos e instituciones y, sobre todo, por los padres de los infantes que vieron en ella una loable ayuda para encauzar a sus hijos en la sociedad a través del arte y la cultura. Aunque su labor cultural con los más pequeños fue caracterizada a nivel nacional por el Consejo Nacional de Casas de Cultura, para la Familia Cadalso es difícil continuar con los programas ideados con ese empeño. En condiciones inhóspitas, apenas pueden ejercer la artesanía artística para estar presentes en las distintas ferias que convoca el FCBC, y en las de otras ciudades del mundo, como las de Michoacán y Juárez, en México.
Visto con cierta apatía y desinterés por los organismos que prometieron apoyarlos en el municipio de Centro Habana, en su trascendental interacción psicológica y productiva con los pequeños enfermos, a través del arte, hace algún tiempo recibieron los documentos que los acreditaban para instalar su proyecto en un local de ese territorio, lo cual quedó en raros papeles sin efecto real.
Los Cadalso asimismo han hecho relevantes aportes a varias instituciones de su territorio, como un conjunto de obras con alto valor artístico y utilitario, donadas al Hogar de Ancianos Alfredo Gómez Gendra, iniciativa que propició una mejor calidad de vida a los 118 longevos que conviven allí; además de sus piezas donadas como premios en importantes concursos nacionales, algunos de estos auspiciados por el FCBC. Artesanías suyas se encuentran en otras colecciones de países como España, Estados Unidos, Australia, Italia, Francia, Alemania, Rusia, Costa Rica y Vietnam. Miguel Francisco ha participado en numerosas muestras de arte (esculturas e instalaciones) colectivas.
En su intervención en Fiart 2017, tanto él como el resto de su equipo, agradecieron el extraordinario apoyo del FCBC, en particular de la dirección de artesanía, la cual no solo les ha incentivado a continuar con su ardua entrega al arte, sino a acrecentar los valores espirituales y utilitarios de su obra.
