Cargando...Frente a la piedra donde Fidel Castro Ruz sugiriera a los habitantes de una comunidad agrícola avileña de vigorosas cañas cambiarle el nombre por Ilusión, se reunieron este 25 de noviembre múltiples personas para conmemorar el primer aniversario de la desaparición física del Líder histórico de la Revolución Cubana.
Félix Duarte Ortega, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Ciego de Ávila, asistió al acto de reapertura del lugar histórico restaurado en el municipio de Ciro Redondo, al cual se le añadió una réplica de la boina verde olivo del Comandante en Jefe y una fotografía del recorrido que él hiciera por los cañaverales del entonces distrito Desengaño en 1981, entre otros elementos escultóricos.
El historiador de la localidad, Eumelio Marín, resaltó: “el líder invicto nos visitó por primera vez el 9 de abril de 1966 en la fábrica de levadura torula Alfredo Roberto Pérez González, donde se interesó por la eficiencia y la calidad de la producción. También estuvo en el central azucarero Ciro Redondo en la zafra 1966-1967, interesándose por la marcha de la mecanización cañera y el montaje de los centros de acopio de la materia prima.
“Además, en 1981 recorrió áreas de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Ignacio Agramonte, indagando acerca de la atención a sus asociados y de los resultados productivos, sugirió el incremento de las plantaciones de naranja y café.
“También visitó la comunidad del distrito que enviaba a la cercana fábrica de azúcar más de 30 millones de arrobas de caña, dialogó con trabajadores y vecinos, entre ellos José Hernández Rodríguez, jefe de ese distrito cañero y Gonzalo Pérez Correa, entonces mecánico automotor en la hoy Unidad Básica de Producción Cañera Ilusión donde realizamos este homenaje”, enfatizó Marín y más adelante se les entregaron certificados de reconocimiento a ambos compañeros.
El colofón del homenaje a Fidel en la comunidad Ilusión, del municipio avileño de Ciro Redondo, fue el coloquio científico Manos 2017, en cuyo evento se tomaron como referencia, para la discusión de varias ponencias, las palabras del pintor ecuatoriano Guayasamín, cuando le explicara al líder cubano la idea del retrato que él le hiciera: “La boca puede hablar cuando las manos han sabido hacer”.
