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“Para muchos de nuestros trabajadores esa es la máquina del Che”, afirma el operario Justo Peña Álvarez, cuando muestra la vetusta Will, una tecnología de procedencia alemana que data de la última década del siglo XIX y el colectivo sigue venerando por su valor simbólico y su utilidad.
Y es que desde su llegada a los talleres de la actual unidad empresarial de base Gráfica Las Tunas, allá por el año 2006, los especialistas, mecánicos y técnicos que trabajaron en su recuperación “descubrieron” un sello que la distingue en fecha relacionada con el período en el que Ernesto Che Guevara fungía como ministro de Industrias.
El valor simbólico
“Esa chapilla nunca se le ha retirado”, comenta la máster Maritza Martínez Amoró, directora de esta unidad adscripta a la Empresa de Periódicos del Grupo Empresarial de la Industria Ligera del Ministerio de Industrias, “porque, enfatiza, le da un valor histórico que todos apreciamos mucho”.
Martínez Amoró recuerda que esa máquina ya estaba en desuso en la Empresa Litográfica de La Habana, “de allá la trajimos y nuestros aniristas asumieron las tareas de recuperación, precisamente, inspirados en el legado del Che, su condición de Presidente de Honor de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, y su llamado a los trabajadores a construir su máquina”.
En tal sentido, Justo Peña Álvarez, también presidente del Comité de Innovadores y Racionalizadores en UEB, argumenta que ese simbolismo es un reto para los afiliados, por lo que siempre están al tanto del funcionamiento de la Will.
Peña Álvarez enumera entre las principales innovaciones realizadas a la máquina la recuperación del sistema de alimentación de la cubierta de las libretas, de Eduardo Infante; conjunto de soluciones y solución de mecanismo de velocidad para la línea Will, de Carlos Vega Bofill; y, adaptación de rodillos del tintero de la Will, de Carlos Vega Bofill y Luis Alberto Batista Ramos.
La utilidad…
A pesar de su obsolescencia y gracias a los cuidados y la intervención de los aniristas, “esta máquina desde el punto de vista productivo es esencial, porque diariamente elabora entre 10 mil y 12 mil libretas escolares”, sostiene Diana Rosa Abreu Carracedo, especialista principal del grupo de ventas en la unidad.
Abreu Carracedo explica que esos útiles satisfacen necesidades de estudiantes y docentes en varias provincias del país y constituyen alrededor del 30 % del plan de producción del año.
Esas son dos razones más que suficientes para continuar proporcionándole vitalidad a esta máquina, porque el Che sigue convocando desde la altura de su ejemplo personal, máxime en el año que conmemora el aniversario 50 de su caída en tierras bolivianas.
