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A una semana de haber recibido los embates del huracán Irma, ya nueve mil 883 escuelas reiniciaron las clases, lo cual representa el 99,9 % del total de las instalaciones educativas.
En declaraciones a Trabajadores, la viceministra Primera de Educación, Cira Piñeiro Alonso, informó que 119 instituciones escolares en el país reubicaron sus matrículas: 55 en otras escuelas, 27 en locales de organismos y 37 en casas de familias.
Por otra parte, subrayó que hasta la fecha 66 —por diferentes causas, como el hecho de que han servido también como lugares de evacuación— no han podido comenzar, fundamentalmente círculos infantiles y centros internos.
Al brindar algunos datos preliminares sobre los daños en el sector señaló que dos mil 262 escuelas resultaron afectadas; entre estas 260 círculos infantiles; mil 131 primarias (de las más de 60 mil que existen en el país), 89 escuelas especiales, 275 secundarias básicas, 84 preuniversitarios, 6 facultades obrero-campesinas, 126 politécnicos, 8 pedagógicas, 75 centros mixtos, 24 instalaciones pioneriles y otras 110, entre almacenes y direcciones municipales de educación.
Sobre los derrumbes totales, dijo que tres ocurrieron en Holguín, cinco en Sancti Spíritus (entre estos la dirección municipal de Educación en Yaguajay), y uno en la escuela especial de Santa Cruz del Norte en la provincia de Mayabeque, donde ya se prevé la reubicación de la matrícula.
Al comentar estos casos, la directiva explicó que, como es de suponer, estos no van a poder resolverse de manera inmediata.
Precisó que el resto de las afectaciones estuvieron en las cubiertas ligeras, la carpintería metálica, las mantas impermeables, las cisternas contaminadas y los árboles caídos que afectaron estructuras; por ejemplo, las cercas perimetrales.
Al paso de Irma 510 instituciones educativas sirvieron como centros de evacuación, en los cuales fueron atendidas alrededor de 50 mil personas. Eso implicó que tanto los colectivos pedagógicos, los directivos, docentes y trabajadores de servicios permanecieran allí antes y después del paso del devastador huracán.
A propósito de ello, la viceministra reconoció la actitud de este personal de educación que, de conjunto con el de salud pública, atendieron a las familias evacuadas.
Insistió en la necesidad de revitalizar lo antes posible el sistema educativo. “Para la sociedad es importante que todos los estudiantes acudan a las escuelas, que estén organizados y atendidos por los colectivos pedagógicos y de esta forma la familia pueda dedicarse con más tranquilidad a la recuperación de las viviendas, centros de trabajo, e incorporarse a la producción y a los servicios”.
Por tanto, desde el propio martes 12 de septiembre, se orientó que todas las instituciones que tuvieran posibilidades iniciaran sus actividades. Resaltó que es fundamental que las familias mantengan una constante comunicación con estas “porque desde el nivel nacional no podemos decir cuándo una escuela va a reiniciar las clases. Todo depende de lo que suceda en cada comunidad y la situación real que tengan las instituciones”, recalcó.
Precisó que hasta el momento no se ha reportado la pérdida de medios audiovisuales, de computación y de los laboratorios de Ciencias, puesto que ha existido disciplina y conciencia en cuanto al traslado de los recursos a lugares seguros. Retornarlos será una de las tareas a acometer esta semana.
En cuanto a la reparación de los centros, comentó la creación de brigadas de trabajadores y estudiantes de los politécnicos, para que en la medida que se vayan contando con recursos continuar el proceso de recuperación, ya que en los territorios las fuerzas constructoras están en función de resolver y enfrentar los servicios básicos a la población.
