Cargando...Por Gretel Díaz Montalvo
- A recuperar los centros de trabajo
Cuando Irma se alejaba de Cuba y aún llovía sobre Camagüey, miembros del Consejo Provincial de la CTC en el territorio, secretarios generales de los sindicatos provinciales, junto a diferentes organizaciones de masa se trasladaron para las zonas más afectadas a intercambiar, a dar ánimo y a tender una mano amiga.
Han pasado los días y aún se trabaja en Nuevitas, Esmeralda, Minas y Sierra de Cubitas, municipios ubicados al norte de la provincia que fueron fuertemente azotados por Irma. En el Consejo Popular Sur de Esmeralda, hay 112 centros de trabajo, 30 sufrieron afectaciones serias y el resto de forma parcial. “Desde que llegamos no hemos parado. Primero nos enfocamos en la limpieza de las calles y en la recogida de escombros y luego a recuperar los centros de trabajo, esa es nuestra misión”, explica Tania Díaz Bermúdez, secretaria general de la CTC en la provincia.
“Hemos ayudado en la recuperación de las 4 escuelas dañadas, en las tiendas que perdieron su techo con la idea de reutilizar lo que se pueda, en los almacenes de la empresa Pecuaria, en el cine que fue fuertemente devastado… Pero no es solo eso, también llevamos agua fría, comida, es una zona donde se labora todavía en la restauración total de la corriente eléctrica, y clavos para la construcción de las facilidades temporales que ya se erigen porque solo allí 50 casas fueron destruidas completamente”.
Los dirigentes sindicales contribuyen también a luchar contra las ilegalidades y a movilizar al pueblo para que todo aquel que cuente con una carreta o con un carretón se incorporen la batalla por la limpieza de la ciudad.
- Esenciales
Afuera llueve. Es fuerte. Los árboles se caen, se parten. Las casas no tienen electricidad. La gente está callada, adentro. Pero en medio del ruido ensordecedor de los vientos se escucha “C O 7 Yanqui Nicaragua (YN) por aquí C O 7 Romeo Alfa Charly (RAC) ¿Cómo está la cosa en la cayería norte?”.
De un lado a otro de la línea se oyen datos de lluvia, de cuán duro se pone el mar cuando hay ciclón, se oyen palabras de aliento. Son dos radioaficionados que contribuyen a las comunicaciones entre los puestos de mando que se establecen en situaciones complejas.
Romeo Alfa Charly realmente se llama Ramón Almanza Carmenates tiene 37 años y desde hace 15 se mueve con su equipo de radioaficionado a donde haga falta. El paso de Irma lo vivió en Esmeralda, uno de los municipios más afectados en Camagüey.
“A mi mamá no le gusta mucho esto de que esté tan cerca del peligro, pero es lo que me gusta y con esto ayudo a muchos”, asegura Mongo, como le dicen sus amigos.
“Yo me gradué de técnico medio en electrónica, pero un profesor de la Universidad de Camagüey me mostró este mundo y me enamoré. Con esto ayudamos a las comunicaciones siempre que en caso de temporales se pierdan las establecidas, para lo que usamos la banda de dos metros con frecuencias fijas por repetidores y simples que se ubican en diferentes puntos”.
Llegó a tierras esmeraldenses desde que se decretó la Fase de Alarma y hasta que no vuelva todo a la normalidad , dice que no se va.
“Es verdad que muchos de estos equipos son criollos, pero la modernidad, trae mucha tecnología y eso necesita cosas más complejas y esto es sencillo y te permite hablar y hacer amistades con todo el mundo.
“Eso es lo que más me gusta porque hablo con muchas personas, brindo información sobre lo que pasa aquí y, en cierta forma ayudamos a salvaguardar las vidas de las personas durante el huracán; somos algo así como esenciales”.
