Morgan, precursor en el podio

Morgan, precursor en el podio

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Barbaro Morgan.
Barbaro Morgan.

Cada historia de éxitos, en lo individual y colectivo, tiene detrás un camino de iniciadores. Reverenciar lo alcanzado por los que nos antecedieron es, además de antídoto contra la desmemoria, una forma de cimentar con solidez el devenir futuro.

La lucha antillana, disciplina cuajada de triunfos resonantes (bastaría señalar que es el único deporte en nuestro archipiélago con pergaminos dorados en citas olímpicas desde Barcelona 1992) constituye uno de los tantos ejemplos de la conexión entre los que desbrozan las rutas y quienes le dan continuidad hasta niveles superlativos.

A finales de la década del 60 de la pasada centuria se produjo el salto en la vida de un joven fornido —trabajador de la construcción en el municipio camagüeyano de Florida—, mediante el cual se sentarían las bases para echar andar la potente maquinaria de los gladiadores cubanos en competiciones mundialistas.

Bárbaro Morgan, desde entonces, es uno de los imprescindibles de los tacles y desbalances en Cuba. Con un estilo “acrobático” que cultivó bajo la impronta de Gustavo Rollé y otros avezados preparadores (siempre que nos referimos a Reineris el “gimnasta” Salas aprecio una de esas reminiscencias entre pasado y futuro) ganó el respeto de los oponentes, incluidos varios de los más enconados que enfrentó: los estadounidenses Owen Russell y Benjamin Lee Peterson y el ex soviético Iván Yarygin.

Su palmarés exhibe como resultados relevantes las medallas de bronce en las Copas del Mundo de Toledo 1978 y 1979;  subtítulos en los Juegos Panamericanos de Cali 1971; México1975 y San Juan1979 en la modalidad libre, y otros dos en la grecorromana (México y San Juan).  En Caracas 1983 aprovechó la única convocatoria en estas justas de la modalidad sambo y se agenció el oro entre los mastodontes.

Bajo los cinco aros cosechó un quinto lugar en Munich1972, octavo en Montreal 1976 y séptimo en Moscú 1980. La mayor singularidad en su hoja de servicios, sin embargo, tuvo como asiento a México, en 1978.

En la lid del orbe que acogió la nación azteca, el agramontino ascendió hasta el tercer puesto en los 100 kilogramos de la libre, idéntica ubicación  a la que obtuvo en la propia jornada de ese 24 de agosto Luis Ocaña, en los 52 kilogramos. Esas preseas marcarían la pauta de una impresionante foja para los luchadores de casa en eventos planetarios.

Como entrenador, tanto en ayudas técnicas en otras tierras como al más alto nivel en predios domésticos, sus contribuciones son también relevantes e inolvidables.

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Un comentario en Morgan, precursor en el podio

  1. Que bueno Hassan que te intereses por el deporte tambien, y sobre todo por la lucha especialidad menospreciada y subvalorada en la propaganda y trasmisiones deportivas condicionado tambien por el total desconocimiento de la técnica y reglas por parte de nuestros mediocres comentaristas, salvo rara exepción.Barbaro junto al fallecido Candido Mesa,Ocaña,Cascaret fallecido tambien fueron los trasaron el camino a seguir en el deporte de las llaves.

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