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La laboriosidad y el espíritu de sacrificio legados por el Guerrillero Heroico rinden frutos en una fábrica que lleva su nombre, al sur de la provincia de Ciego de Ávila.
Amanecen allí en la primera fila Carmelina Monje, Marislaidys Torres, Maryanis Acosta y otras mujeres muy productivas. Los hombres entran en acción cuando ellas han troceado considerables volúmenes de piña, en la minindustria Ernesto Guevara, colectivo Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros.
Julio César López Menéndez, jefe de la planta procesadora, afirmó que laboran en la actualidad con la misma consagración que el año pasado, cuando arribaron a más de 700 toneladas de frutas con destino a la alimentación del pueblo y a las instalaciones turísticas.
Envasan diariamente los alimentos en unas mil 300 latas de 3.2 kilogramos de contenido, y otras 4 mil en recipientes de medio kilo. “Además de la piña en almíbar, que es nuestro producto líder, elaboramos mermeladas y jugos, cascos de guayaba, trozos de frutabomba y tajadas de mango, entre otros renglones”, explicó.
La jovial Doralina Reyes Méndez, técnica de la calidad, expresó: “Todo lo que nosotros procesamos tiene una gran demanda, no solo por su exquisito sabor, sino también, porque responde a las normas establecidas por el sistema de inocuidad de los alimentos”.
De acuerdo con Reinaldo D’Ávila Guerra, director de la unidad empresarial de base (UEB) de producción de piña, a la cual pertenece la minindustria, ese centro de enlatados es un componente esencial en los proyectos de desarrollo local para lograr 2 mil hectáreas de piña del híbrido MD-2 e igual cantidad de superficie sembrada de la tradicional Española Roja.
Destacó el dirigente la eficiencia en la obtención de conservas de frutas, a un costo menor al de 48 centavos por cada peso de producción, lo cual contribuyó a que la UEB contabilizara 16 millones de pesos de ingresos y utilidades superiores a los 2 millones en el 2016, resultados que repercuten en el salario medio que hasta la fecha sobrepasa los mil 800 pesos por trabajador.
Hacia la reconquista del trono
La producción de piña en Ciego de Ávila descendió tanto que se cosecharon solo 600 toneladas de la variedad Española Roja en el 2008, debido a restricciones económicas agudizadas período especial.
Hoy de ese tipo se recolectan casi 2 mil toneladas anuales, gracias a un trabajo conjunto del Ministerio de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y otros organismos.
Opina D’Ávila Guerra que el futuro de esa organización empresarial frutícola está bien encaminado hacia la reconquista del trono de la reina de las frutas. Ejemplifica que representa un incentivo en tal sentido el récord para un mes de 717 toneladas recolectadas en mayo pasado.
“Estamos incrementando la superficie cultivable, este año debemos sembrar 81 hectáreas del híbrido MD-2, del cual contamos con 96 en distintas fases de explotación; y tenemos planificadas 25 hectáreas de Española Roja en áreas estatales y 140 en el sector cooperativo y campesino”.
La sabrosa fruta del tipo MD-2, desde el año 2012 se exporta hacia países europeos. Los primeros envíos totalizaron algo más de 300 toneladas. A mil 75 ascendieron en el 2016. El plan aumentó a mil 300 en el actual año, teniendo en cuenta la gran aceptación del producto fresco comercializado en España, Italia y Francia.
El crecimiento de la demanda obedece a las excelentes piñas recolectadas al sur de la provincia de Ciego de Ávila, las cuales disponen hace dos años de la anuencia de la Global GAP, una norma mundial para la certificación de alimentos frescos y la promoción de las Buenas Prácticas Agrícolas que tiene como objetivo una producción segura y sostenible.
