La heroica tropa de la mini industria Che Guevara

La heroica tropa de la mini industria Che Guevara

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Marislaidys y Carmelina, de izquierda a derecha, entre las más productivas del colectivo. Foto: José Luis Martínez Alejo
Marislaidys y Carmelina, de izquierda a derecha, entre las más productivas del colectivo. Foto: José Luis Martínez Alejo

 

Amanecen día a día cuchillo en mano, en la primera fila de combate de la producción, Carmelina Monje, Marislaidys Torres, Maryanis Acosta y otras integrantes de la tropa constituida por 20 mujeres muy productivas.

Los hombres entran en acción cuando las féminas han troceado considerables volúmenes de piña. De antemano, un esfuerzo premiado desde las espinosas plantaciones por otro destacamento de vanguardia de sol a sol y con el calor multiplicado por su atuendo de lona.

Si no fuera por las rudas faenas en los piñales, sería imposible hablar sobre las hazañas cotidianas del colectivo de la mini industria Ernesto Che Guevara, perteneciente a la Unidad Empresarial de Base (UEB) de producción de piña, de la empresa agroindustrial Ceballos, en la central provincia cubana de Ciego de Ávila.

Julio César López Menéndez, jefe de esa fábrica, afirma que el año pasado el colectivo procesó más de 700 toneladas de frutas con destino a la alimentación del pueblo y a las instalaciones del turismo de todo el país.

Envasan diariamente el alimento en unas mil 300 latas de 3.2 kilogramos de contenido, y otras 4 mil en recipientes de medio kilo. “Además del segmento de piña en almíbar, nuestro producto insigne, elaboramos mermeladas y jugos, cascos de guayaba, trozos de frutabomba y tajadas de mango, entre otros renglones”, argumenta El Bola, como le llaman sus compañeros de labor.

La jovial Doralina Reyes Méndez, técnica de la calidad, asegura que “todo lo que nosotros procesamos tiene una gran demanda, no solo por su exquisito sabor, sino también, porque responde a las normas establecidas por el sistema de inocuidad de los alimentos”.

“Producimos y exportamos piñas saludables como esta ejemplar de la variedad MD-2”, declara Reinaldo. Foto: José Luis Martínez Alejo

Allí no existe el sábado corto. Los empeños mayores impiden perder tiempo. De acuerdo con Reinaldo D’Avila Guerra, director de la UEB,  “la mini industria es un componente esencial en nuestros proyectos para desarrollar 2 mil hectáreas de piña del híbrido MD-2  e igual cantidad de superficie sembrada de la tradicional Española Roja”.

Destacó el dirigente que ese centro logra menos de 48 centavos por cada peso de producción, lo cual contribuyó a que la UEB contabilizara 16 millones de pesos de ingresos y utilidades superiores a los 2 millones en el 2016, resultados de eficiencia que se mantienen en el presente año.

“Contamos con una fuerza estable y los medios de trabajo indispensables, por eso el salario alcanza los mil 800 pesos como promedio mensual por trabajador”, enfatiza Reinaldo.

Un futuro seguro

La producción de piña tocó fondo en Ciego de Ávila en el 2008 con solo 600 toneladas cosechadas de la Española Roja, debido a restricciones económicas que se agudizaron en el llamado período especial.

Hoy de esa variedad se recolectan casi 2 mil toneladas anuales, gracias a un trabajo de conjunto del Ministerio de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y otros organismos.

Según la opinión de D’Avila Guerra el futuro de esa organización empresarial frutícola está bien encaminado hacia la recuperación allí de la supremacía de la reina de las frutas. Ejemplifica que representa un incentivo el record para un mes de 717 toneladas recolectadas en mayo pasado.

“Estamos incrementando la superficie cultivable, este año debemos sembrar 81 hectáreas del híbrido MD-2, del cual contamos con 96 en distintas fases de explotación; y tenemos planificadas 25 hectáreas de Española Roja en áreas estatales y 140 en el sector cooperativo y campesino”.

La sabrosa fruta del tipo MD-2, cosechada en tierras avileñas, no solo es saboreada por los cubanos. Desde el año 2012 se exporta hacia países europeos. Los primeros envíos totalizaron algo más de 300 toneladas. A mil 075 ascendieron en el 2016. El plan aumentó a mil 300 en el actual año, gracias a la gran aceptación del producto fresco comercializado en España, Italia  y Francia.

El crecimiento de la demanda obedece a las excelentes piñas recolectadas al Sur de la provincia de Ciego de Ávila, las cuales disponen hace dos años de la anuencia de la Global GAP, una norma mundial para la certificación de alimentos frescos y la promoción de las Buenas Prácticas Agrícolas que tiene como objetivo una producción segura y sostenible.

En tal sentido, Reinaldo D’Avila, argumenta: “Realizamos las labores en la UEB con el respeto al medio ambiente, usamos los plaguicidas autorizados y aplicamos las cantidades permisibles, por lo que las mismas exigencias para la exportación se las aplicamos a todas las actividades.

“Les puedo asegurar que, quien consuma una piña atendida por nuestros trabajadores, va a disfrutar no solo de un producto agradable al paladar, sino también inocuo, muy saludable para el ser humano”.

Y con la fortaleza de contar con consistentes eslabones en la cadena productiva, pero convencidos de las reservas por explotar, labora el colectivo de la mini industria Ernesto Che Guevara, colectivo que recibirá la bandera de Vanguardia Nacional el próximo día 14, en ocasión del aniversario 89 del natalicio del Guerrillero Heroico.

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