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Con la pretensión de llegar a las 47 mil toneladas de arroz concebida en el plan para este 2017, los trabajadores de la Empresa de Granos Fernando Echenique, de Granma, iniciaron la etapa de cosecha conscientes de la necesidad de extremar las medidas de control y de uso de la tecnología.
A la entidad, uno de los mayores polos productivos del cereal del país, llegaron este año 85 tractores YTO, de procedencia china, gradas para labores de roturación, cruce y hacer diques, tres pipas de agua y dos sistemas de bombeo.
Sostiene Abdiel García León, Especialista de maquinaria, que los equipos forman parte del Programa de Desarrollo concebido hasta el 2020, lo cual debe permitir incrementar los volúmenes de acopio además de la calidad final del producto.
“Sin dudas la parte agrícola de este gran complejo se ha beneficiado con esa inyección tecnológica, por lo que tenemos que ser consecuentes en ese sentido y aportar más”.
También la parte industrial recibió bienes, desde el punto de vista de las inversiones, con el arribo de plantas de secado, silos, básculas, remolques y otros implementos.
La Fernando Echenique es responsable de consolidar en esta contienda más del 85 por ciento del arroz a producir en la provincia, por lo que es conveniente hacer realidad sus posibles rendimientos de cinco y seis toneladas por hectáreas.
Juan Antonio Salinas Mariño, director del Taller de Servicios Estatales Yara, dijo que para lograr esos resultados el compromiso es trabajar las horas necesarias, cumplir con la eficiencia energética, garantizar el flujo de arroz, respetar las normas por equipo así como mantener activo el parque de maquinarias con el esfuerzo de los miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, ANIR.
La empresa, en cuanto a dimensión y estructura, es la más grande del sistema de la Agricultura en Granma y de su encargo social se deriva la sustitución de importaciones. Con el cumplimiento del plan de producción de arroz le evita al país un gasto de alrededor de 27 millones de dólares por concepto de compra en el mercado internacional, al tiempo que aporta un alto por ciento del cereal que va a la canasta básica del cubano.
