Recuerdan constructores al mártir Armando Mestre Martínez

Recuerdan constructores al mártir Armando Mestre Martínez

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Con matutinos especiales y actos convocados por el Sindicato de Trabajadores de la Construcción (SNTC) recuerdan en los centros laborales de ese sector en todo el país el aniversario 90 del natalicio de Armando Mestre Martínez, asaltante al cuartel Moncada y expedicionario del yate Granma.

El destacado combatiente nació el nació el 20 de mayo de 1927 en el barrio de Cayo Hueso, municipio capitalino de Centro Habana, en el seno de una familia humilde, marcada por el hambre y las necesidades.

Practicó deportes desde los 8 años. Inició el bachillerato en cursos nocturnos, mientras trabajaba como obrero de la construcción. Ingresó en la Juventud ortodoxa en 1949 y participó en la Marcha de las Antorchas  en enero de 1953 y en el asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 26 de julio de ese propio año. Fue sancionado a prisión.

El 12 de octubre, el  entonces ministro de Gobernación, Ramón Heredia, dispuso que el grupo de revolucionarios condenados por los sucesos del Moncada, dentro del cual se encontraba Armando Mestre, fuera trasladado al Reclusorio Nacional de la Isla de Pinos.

Fue ubicado, junto al resto de sus compañeros, en una de las salas del hospital del presidio, separados de los presos comunes por una pared de ladrillos que fue levantada para ese fin. Poco después se le permitió recibir una visita al mes y alguna correspondencia, que siempre era severamente revisada y censurada. El 17 de diciembre de 1953, Armando Mestre escribió desde prisión a un tío suyo:

«Ustedes saben que los tribunales de Justicia nos enviaban en prisión para La Cabaña, lo que no se cumplió, llevándonos para la Isla de Pinos por disposición del Ministro de Gobernación. Tío, usted sabrá que no es lo mismo estar en el destierro que estar en La Cabaña, cerca de mi casa, donde mi madre se encuentra enferma; pero usted sabe que los que mantenemos nuestros ideales no nos quejamos; así tengamos que estar en el fondo del mar.

El 12 de febrero de 1954, cuando el dictador Fulgencio Batista visitaba el Penal para inaugurar la planta eléctrica de la prisión, Armando Mestre, junto a sus 25 hermanos de lucha, entonó a toda voz la Marcha del 26 de Julio. Batista prestó atención a la letra y visiblemente disgustado sólo preguntó quiénes cantaban, luego abandonó rápidamente el reclusorio. Por esta acción serían castigados severamente, Fidel Castro, Ramiro Valdés, Ernesto Tizol, Israel Tápanes y Agustín Díaz Cartaya.

Desde 1954 y con mayor fuerza a partir de 1955 comenzó un amplio movimiento nacional, que abarcó a casi todas las tendencias políticas y clases del país, en pro de una amnistía general que incluyese a los moncadistas.

El 10 de marzo de 1955, en medio de los festejos oficiales por el tercer aniversario del golpe de estado, se presentaron en ambas cámaras del Congreso Cubano sendos proyectos de amnistía general. El 6 de mayo, luego de ser aprobada, Fulgencio Batista firmó la Ley de amnistía que ponía en libertad a todos los presos políticos, incluidos los jóvenes revolucionarios asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Armando Mestre fue fundador del Movimiento 26 de Julio y organizó células de esta organización por todo el municipio de Arroyo Naranjo. Al llamado de Fidel Castro, marchó para México en septiembre de 1956 y regresó en la expedición del yate Granma.

En horas de la noche del día 8 de diciembre, Mestre, junto a otros dos combatientes salieron de Alegría de Pío en una camioneta por el camino de Macagual, iban con las manos atadas. En la madrugada del día 9 de diciembre sus cadáveres fueron tirados a la puerta del cementerio de Niquero, cayendo así el héroe en tierra oriental.

El 5 de diciembre de 1956, cuando apenas comenzaba la lucha del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, la muerte arrebató a la patria a un combatiente y un hombre ejemplar: Armando Mestre Martínez. Esa fecha fue escogida para celebrar en Cuba el Día del Constructor.

Inspirados en su ejemplo, los trabajadores de ese sector impulsan la ejecución de numerosas obras, elevan la eficiencia y el ahorro y se preparan la Primera Conferencia del SNTC, la cual se efectuará el noviembre próximo.

Acerca del autor

Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.

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