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La puesta en marcha hace pocos días de una moderna línea productora de encurtidos constituye otra reafirmación de que los resultados del polo productivo lidereado por la Empresa Agroindustrial Ceballos, de la provincia de Ciego de Ávila, puede considerarse, al decir de muchos, el inicio de la revolución industrial del Ministerio de la Agricultura.
Tal inversión representa otra respuesta a esa conclusión a la que llegaron los participantes en el reciente Encuentro Nacional de Cooperativas de Frutales, pues están bien eslabonadas las relaciones entre la Empresa Estatal Socialista y las minindustrias del sector campesino, en el territorio avileño.
Décter Lázaro Hernández Pulido, jefe de la industria, perteneciente a la unidad empresarial de base (UEB) de Producción de Vegetales, informó que el nuevo equipamiento puesto en explotación dispone de un quemador de gas licuado para pelar el ají pimiento trujal, el cual se envasa en recipientes de distintos gramajes. “Acabamos de llenar 3 mil 300 latas de medio kilogramo de contenido cada una”, ejemplificó.
“Fabricamos también en estos momentos encurtido de col y pimiento, marinada y mermelada de mango. Los renglones más vendidos el pasado año fueron la pasta de tomate, las mermeladas de mango y guayaba. Además, elaboramos encurtidos de zanahoria, remolacha, pepino, quimbombó…”.
El ingeniero Idel Barbosa Menéndez, director de la UEB, afirmó que el volumen de producción durante el 2016 reportó ingresos superiores a los 33 millones 548 mil 800 pesos, de ellos 3 millones 701 mil 200 CUC por las ventas de vegetales frescos a la red hotelera del país.
“La industria es la que más dividendos económicos nos aporta, mediante la comercialización de alimentos enlatados a organismos priorizados y la población en los mercados nacionalmente. Aunque, debo enfatizar que nuestra demanda no será satisfecha con la cantidad de latas previstas para el presente año.
“Lo que depende de nuestro colectivo está garantizado, porque completamos el ciclo productivo. Producimos las plántulas para sembrarlas en las casas de cultivos protegidos, cosechamos y seleccionamos los vegetales.
“Nada se desperdicia porque, los que no alcanzan el tamaño requerido para la venta en frontera, se procesan en la fábrica, esto nos reporta mayor valor agregado y potencia el salario medio mensual por trabajador que supera los 2 mil pesos”.
En lo que el directivo llama circuito cerrado se incluye la atención integral a los trabajadores: “Hemos entregado 120 viviendas, cuentan con una buena oferta en el comedor obrero, tienen una tienda de estímulo para adquirir alimentos y otros artículos, así como equipos electrodomésticos…”, destacó Reina Moreno Garachana, secretaria general del buró sindical de la UEB.
