Icono del sitio Trabajadores

Agua: vida y salud

En su consulta de MNT la doctora Vallejo inicia a los pacientes en el conocimiento de las bondades de la terapia del agua. Foto: Betty Beatón Ruiz
En su consulta de MNT la doctora Vallejo inicia a los pacientes en el conocimiento de las bondades de la terapia del agua. Foto: Betty Beatón Ruiz

 

Que el agua es vital para la vida resulta obvio; que aproximadamente un 75 % del cuerpo humano está compuesto por esta es también bastante sabido, pero que dicho líquido contribuye de muy diversas formas a prevenir o aliviar ciertas dolencias no es tan conocido, ni tan aplicado.

Buena parte de aquellos que se han dedicado a estudiar estos temas coinciden en afirmar que la cantidad de agua que una persona puede ingerir como promedio cada día debe representar el 3 % de su peso.

Si se hace de manera regulada, cumpliendo ciertas normas, entonces los beneficios de ese importante compuesto para el organismo serán mayores y mejores, por lo menos así lo aseguran los profesionales de las ciencias médicas que reconocen como válida la terapia del agua.

Entre ellos está la doctora Isela Vallejo Cribille, especialista de primer grado en Anestesiología y Máster en Medicina Natural y Tradicional (MNT). El desempeño en su consulta en el Hospital Militar Doctor Joaquín Castillo Duany, de la ciudad de Santiago de Cuba, le ha permitido validar en la práctica los estudios vinculados con este asunto.

Como refiere la doctora Vallejo Cribille, y así lo confirman múltiples textos que tratan el tema, las antiguas civilizaciones apreciaban en alto grado el más importante líquido existente en la Tierra.

Hindúes, griegos, romanos, egipcios, asiáticos… recomendaban su uso, tanto del agua dulce como la de mar, para una amplia gama de enfermedades o dolores que se curaban o mitigaban, bien mediante el baño, el consumo directo o la aplicación de compresas.

Con el paso del tiempo fueron quedando en desuso dichas prácticas hasta que nuevamente emergieron como útiles, con especial énfasis para los partidarios de la MNT.

¿Para qué, cómo y cuándo?

En diversas situaciones de salud especialistas como la doctora Vallejo recomiendan el consumo de agua en la cantidad y la forma más eficaz para el organismo.

Según precisa la médica, con cerca de 45 años de labor, la mencionada terapia ha demostrado efectos beneficiosos en afecciones como la diabetes, gastritis, cefalea, asma, bronquitis, artritis, estreñimiento, hemorroides, hipertensión, grasa en sangre, irregularidades menstruales, por mencionar algunas.

Pero la manera en que se toma el agua es tal vez lo más importante en cuanto a lo que a su terapia respecta, acotó.

“Lo primero que tenemos que incorporar es la necesidad de ingerir por lo menos dos litros en el día, tal vez hay quien demande más, en dependencia de la época del año y de la actividad que realice.

“Muchas personas que no acostumbran a consumirla en abundancia y asumen nuestras recomendaciones señalan como inconveniente el hecho de tener que ir muchas más veces de las habituales al baño, pero siempre les digo que esa es una ‘molestia’ menor comparada con lo positivo que reporta su consumo óptimo.

“Por ejemplo, nos hidrata, requisito imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo, incluso para tener una piel más lozana. Del mismo modo facilita la irrigación sanguínea, contribuye con la eliminación de toxinas, ayuda a la digestión, entre otras cuestiones.

“Se debe incorporar desde las primeras horas, preferentemente entre las cinco y las siete de la mañana”.

La propia especialista, como otros muchos que con base en la MNT asumen como válidos los horarios en que los órganos del cuerpo son capaces de desintoxicarse, nutrirse y repararse, precisa que en ese intervalo de tiempo se da el llamado meridiano de intestino grueso.

“Esas horas son las oportunas para tomar unos cuatro vasos de agua, luego de enjuagarnos la boca, nunca fría sino a temperatura ambiente, en ese y en cualquier otro momento del día toda el agua que consumamos debe ser preferiblemente ‘al tiempo’, como se dice comúnmente.

“Yo les digo a mis pacientes que lo mejor es comenzar por un vaso, e ir subiendo semanalmente; beberla despacio pues de manera brusca puede provocar náuseas y otras molestias que harían rechazar su consumo”.

Con apego a los presupuestos de esta terapia, la doctora sugiere que se desayune 30 o 45 minutos después de la primera ingestión, y que entre 30 y 15 minutos antes del almuerzo y la comida se consuma un vaso, a sabiendas de que buena parte de los alimentos contienen agua, la cual también se asimila por el organismo.

La doctora Vallejo propone asimismo tomar agua en los llamados meridianos de vejiga y de riñón, el primero de tres a cinco de la tarde, y el segundo de cinco de la tarde a siete de la noche, e igualmente hacerlo antes de bañarse y de acostarse a dormir.

“Son recomendaciones para contribuir al bienestar físico e incluso mental, propuestas que cualquier persona puede aplicar sin muchas complicaciones y con resultados favorables que he podido comprobar en la atención a mis pacientes, asegura.

“Esa experiencia me ha servido para reconfirmar que el agua es vida y también salud”.

Compartir...
Salir de la versión móvil