Cargando...Tras semanas de espera y con tres candidatos visibles, la polémica sobre el mentor de Cuba al IV Clásico Mundial de Béisbol quedó despejada con un nombre: Carlos Martí, mentor ganador de la 56 Serie Nacional de Béisbol con los alazanes de Granma.
A pesar de la tensión y lo mediático que resultan estas designaciones —no ocurre así con ningún otro deporte— el director oriental recibió, como pocas veces, la aprobación mayoritaria y comprensiva por parte de especialistas, seguidores y pueblo en general, quienes valoran no solo sus probados conocimientos, sino también esa humildad y confianza para vencer en la tarea asignada.
Martí dirigió dos equipos Cuba a campeonatos mundiales juveniles y un elenco de mayores a una copa intercontinental. Su vida la ha dedicado a formar generaciones de peloteros en su provincia natal y en varios territorios del este cubano.
No titubea para señalar a Braudilio Vinent como el pítcher más impresionante que ha tenido bajo su mando, y no presume de haber descubierto a Alfredo Despaigne cuando apenas era un niño de 13 años dando jonrones en campeonatos pioneriles.
Quizás el premio mayor, complejo y a la vez reconfortante le llega cuando menos esperaba, incluso sin cumplir ningún cargo en el ciclo deportivo con la selección nacional, pues Víctor Mesa y Roger Machado se alternaron en esos puestos y apuntaban al magno evento como la lógica y la dialéctica indicaban.
¿Los dos no pudieran ser auxiliares o formar parte del colectivo de dirección de Martí? La pelota nacional necesita de unidad en cuanto a conocimientos e intereses, más allá de las aspiraciones personales de cada quien. Ponerse al servicio de una preparación como esta los haría crecer también con la misma fuerza que en un momento ellos llamaron a otros para similar empeño.
Las incertidumbres sobre las posibilidades de Cuba en el Clásico Mundial no se resuelven con el nombre de un timonel, aunque este sea el encargado de muchas decisiones y cargue siempre con la culpa de las derrotas y nunca con las delicias del triunfo.
Para Carlos Martí el solo hecho de aceptar un reto tan mayúsculo lo convierte en gigante. Pase lo que pase, sus palabras al final de la conferencia de prensa retumbarán en todos: “Vamos a luchar por lo imposible”.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el 2019. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
Merecido artículo para Carlos Martí, solo una sugerencia, dejemos descansar a Víctor Mesa… Por su personalidad no creo que deba formar parte, en modo alguno, del colectivo de dirección del Cuba en las actuales circunstancias. O era el director o sencillamente no está en el equipo; además hay que tener en cuenta la posible incompatibilidad de caracteres entre Carlos Martí y él. No se debe imponer la presencia de VM32 en el Cuba, pues sus posibles intromisiones inoportunas no ayudarían a la necesaria concentración sicológica de todo el equipo. Lo que creo que nunca se le señaló como director es lo que debemos mantener alejado del equipo Cuba al próximo Clásico… me refiero a la presión negativa que ejercía sobre sus jugadores, lo que impedía que estos jugaran alegres y sueltos, como él mismo hiciera. Pudo romper records en temporadas regulares al frente de su equipo, pero a la hora de la verdad él era su propio enemigo, pues esa presión negativa de alguien que parecía creerse perfecto y que nunca hubiera fallado como pelotero les impedía a sus jugadores (y por tanto, a él mismo) acceder al tan anhelado título. Lamento que no se le haya criticado mejor para ayudarlo, si es que él lo hubiera permitido. Dejemos a Víctor, y si queremos recordar, de alguna manera, el tremendo pelotero que fue, empecemos a mirar a Víctor Víctor…
No entendí bien si Victor y Roger no fueron llamados a formar parte del cuerpo de dirección o no quisieron si la segunda fue la causa no deberían estar nunca mas en un equipo Cuba de nada ni siquiera de carga bates,y repito si fue la segunda son un par de engreídos y malcriados y demuestra que solo les interesa la grandeza personal que bastante oportunidades han tenido y no lograron nada ninguno de los dos.Arriba Granma en la serie del caribe,arriba Cuba en el Clásico,Marti y sus peloteros lo harán con honor y decoro eso no lo duden,gracias si me publican o no.