Cargando...Por Yimel Díaz Malmierca y y Amalia Ramos Ivisate
“Este evento es importante porque abre un espacio de convergencia y diálogo poco común para diversos movimientos sociales”, reveló a Trabajadores Berta Zúñiga Cáceres, hija de la líder indígena hondureña asesinada el pasado año y a quien se dedicó el XII Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatorios Berta Cáceres Vive, celebrado en La Habana del 10 al 13 de enero.
La cita bienal, que reunió esta vez a más de 300 activistas, estudiantes, académicos y representantes de diversas organizaciones, universidades y movimientos populares de nuestra región y otras partes del mundo, tuvo como propósito fundamental debatir sobre los nuevos escenarios de disputa entre dominación y emancipación en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con Gilberto Valdés Gutiérrez, coordinador del Grupo América Latina: Filosofía Social y Axiología (Galfisa), del Instituto de Filosofía del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, “la metodología que tenemos es que cada cual traiga su discurso, no para decir qué les falta sino para aprender de una y otra perspectiva”.
Con esa premisa, el encuentro que desde 1995 convoca Galfisa, en conjunto con el Centro Memorial Dr. Martin Luther King y otras organizaciones que más tarde integraron el Capítulo Cubano de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el Alba, ha contribuido a estructurar y construir algunas de las alternativas emancipadoras de nuestro tiempo.
Desde la primera edición hasta la fecha ha conseguido atraer a muchos jóvenes y “construir saberes de forma participativa y horizontal. El Taller ha sido una herramienta de politización y reencantamiento con las maneras de lucha de nuestros pueblos”.
Un espacio de confluencia
El legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ocupó un lugar especial, a ello contribuyó en gran medida la conferencia impartida por el intelectual cubano Fernando Martínez Heredia: Las claves del antimperialismo y el anticapitalismo hoy: las visiones de Fidel Castro Ruz en los nuevos escenarios de lucha.
Entre sus múltiples alertas a quienes encuentran inspiración en la Revolución cubana y su líder histórico, el director del Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello, recordó que: “La radicalización de los procesos deberá ser una tendencia imprescindible para su propia sobrevivencia. Serían suicidas los retrocesos y las concesiones desarmantes frente a un enemigo que sabe ser implacable (…) Las políticas revolucionarias no pueden conformarse con ser alternativas, sino aspirar a convertirse en procesos de emancipación humana y social. Parece mucha ambición, pero es lo único factible”.
Frente a estas verdades, los participantes coincidieron en resaltar la importancia de crear un espacio como este para el intercambio de experiencias.
“Lo más importante es la solidaridad y la convergencia, además podemos comparar y ver el impacto que estamos teniendo en nuestra lucha, también las limitaciones. Aquí se crea conocimiento entre todos”, apuntó Reynaldo Padilla, puertorriqueño perteneciente a Universidad Sin Fronteras, que además de trabajar en su país, funciona en el sur de EE. UU.
Sebastián Novoa, del colectivo universitario mexicano Nos Hacen Falta, destacó el valor de contrastar la opinión de distintas geografías, “pues como activistas corremos el riesgo de encapsularnos en la lógica del diagnóstico, del hasta dónde podemos llegar; y el evento nos llama a trascender eso”.
Para Camilo Bermúdez, un joven colombiano que estudió en Cuba, este fue un espacio para reencontrarse y buscar los caminos hacia una sociedad más justa: “Hacerlo en Cuba es bien importante, pues aquí se habla con sinceridad”. Mientras que el francés Arturo Moreau reconoció que frente al sueño americano necesitamos “uno socialista, progresista, y conformar con él un marco positivo de lucha”.
“Cuba convoca desde la victoria, desde un proceso de maduración que ha demostrado ser válido, lo cual es significativo para América Latina”, subrayó Zúñiga Cáceres.
Alejandro Ramírez, del movimiento político y social colombiano Marcha Patriótica, confesó que “nos llevamos la solidaridad y el abrazo fraterno de todos. Esto es necesario para que la gente sienta que somos una sola patria, la grande, la que se planteó José Martí”.
