Y llegó la Fama al Palmar

El pasado 27 de diciembre se cumplieron 142 años del partido beisbolero celebrado entre los equipos Habana y Matanzas en el Palmar de Junco, el cual ha trascendido a la historia con muchos calificativos y no pocas controversias sobre si fue o no el primero con carácter oficial en Cuba, tema ampliamente debatido en talleres, coloquios y hasta en nuestras páginas.

Sin embargo, de eso no trata este reportaje. Hasta ese lugar llegamos por estos días con respeto y complacencia para apreciar lo que han venido realizando allí como parte de una iniciativa municipal de desarrollo local, que va transformando ese lugar en algo más que un vetusto estadio para darle una dimensión social y cultural, con reporte importante de ganancias económicas.

Lo hecho hasta hoy

Elena González Méndez, directora del proyecto Palmar de Junco, es muy explícita a la hora de comentar lo que están haciendo desde el pasado Juego de las Estrellas en tierra yumurina, cuando se inauguró la Sala de Historia con una colección de fotos, trajes e implementos deportivos donados por jugadores o desempolvados de archivos institucionales.

“El 2016 es el año cero porque trabajamos con un crédito bancario que solo nos permitía concentrarnos en inversiones. A la vez trazamos la estrategia de irnos posicionando en el mercado. No se preveía ningún ingreso o pago, solo restaurar y crear una imagen de producto turístico en un estadio con una rica historia”, señala con satisfacción Elena.

“No obstante, puntualiza, al comenzar a comercializarse la visita del turismo hemos obtenido algunos ingresos que lógicamente revertimos aquí. Se repararon las gradas, cuyo estado era deplorable; se pintó el estadio, se cambió la malla detrás del home y hasta conseguimos una de tela, al tiempo que se rediseñaron algunas áreas”.

Es visible además, por arrendamiento de espacio, una cafetería y tienda de la empresa Artex; mientras debajo del graderío ya existe una cremería gestionada por formas no estatales.  Aunque resta mucho por hacer en el estadio más antiguo del mundo en activo, se ha trabajado fuerte también en el terreno, donde siguen entrenando los muchachos de la academia (ubicada al fondo del terreno, en el lateral izquierdo), dado que el visitante foráneo gusta fotografiarlo, caminarlo y hasta lanzar algunas pelotas desde el box.

El futuro y la primera exaltación

A pesar de contar con un colectivo pequeño de trabajadores, Elena mira optimista el futuro. “Lo primero que veo es una instalación totalmente restaurada, con una amplia afluencia de turistas, mejores servicios para la población local y visitante, así como algunas construcciones nuevas, incluido un mejor mantenimiento del terreno que es patrimonio”.

Dentro de los valores agregados para el 2018 y 2019 esperan sumar un gimnasio con equipos modernos para que el pueblo pueda utilizarlo a un precio más asequible que el de los particulares. Asimismo, incrementar la actividad deportiva y cultural con peñas habituales, encuentros con campeones del territorio y sedes de eventos teóricos y científicos, uno de los enfoques prioritarios de este proyecto.

Como plato fuerte estará la exaltación cada año de peloteros matanceros al Salón de la Fama del Béisbol de la provincia, previo reglamento aprobado. La primera edición se realizará el venidero 4 de febrero (programada para el 14 de enero, pero los play off aconsejaron retrasarla), momento propicio para homologar a 17 yumurinos que se encuentren ya en un espacio similar a nivel nacional o en otros países, como José de la Caridad Méndez o Martín Dihigo.

Este 2017, los nuevos exaltados serán el estelar Silvio García, perteneciente al período anterior al Triunfo de la Revolución; y dos jugadores más, correspondientes a nuestras Series Nacionales: Rigoberto Rosique, y Ángel Gaspar Pérez, conocido como el Curro Pérez, héroe del Mundial de 1969 en República Dominicana.

La selección se hizo tras una lista de finalistas, votada por un comité de selección y aprobada por un consejo directivo. “Nosotros vamos camino a camino, este Salón de la Fama se fortalecerá. Hoy lo vemos como una galería, pero en el futuro tendrá otro local, en el que se les rendirá honores modestos, pero dignos a los peloteros matanceros”, precisa Elena.

Ejemplo con punto y seguido

La noble labor de rescate de la historia que lleva adelante este proyecto, la referencia de lo que se puede hacer en términos culturales sin pérdidas económicas y el ambiente de restauración que vive un lugar declarado Patrimonio Nacional desde 1991, son credenciales favorables y dignas de imitar a todas las instancias.

Hace pocos días conocimos que la provincia de Cienfuegos trabaja también en la creación de un espacio similar para reconocer a los peloteros cienfuegueros más brillantes en todas las épocas. Y quizás otros territorios anden ya en sus primeros pasos.

Entretanto, el tan reclamado y necesario Salón de la Fama del Béisbol Cubano, decidida su ubicación por parte de la federación nacional en el estadio Latinoamericano sigue todavía en sueños, con la última exaltación celebrada en el 2014, a partir de la labor hecha por un grupo de cronistas deportivos.

Al Palmar de Junco llegó por derecho, justicia e iniciativa inteligente una idea que de multiplicarse contribuiría modestamente a la buena salud de nuestro deporte nacional, ese que es pasión no por decreto u obstinación, sino por sentimientos y raíces de casi siglo y medio. ¡Bienvenida la Fama al Palmar!

Acerca del autor

Joel García León

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Máster en Ciencias de la Comunicación. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el 2019. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.