Cargando...Luis Enrique Batista Pupo o simplemente Luisito entró al sector del Turismo en el año 2000 como director de Formatur en Las Tunas y en febrero del siguiente calendario asume nuevas responsabilidades en la oficina de Transtur, en esa misma ciudad.
Es en el 2003 cuando se crea oficialmente la sucursal en el territorio que llega al colectivo el movimiento Mi aporte a la Salud, una convocatoria de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que promueve entre sus afiliados valores de solidaridad, desinterés, humanismo que él asume como propios y su entusiasmo al frente de la sección sindical contagia al resto del colectivo.
“Lo primero que hicimos ese año fue una visita a la sala de Oncología del hospital pediátrico Mártires de Las Tunas. Por iniciativa propia llevamos una donación de juguetes, pañales desechables y otras misceláneas”, recordó Luisito.
“Aquel día nos impresionó humanamente ver el estado de salud de los niños aquejados por esa enfermedad y los desvelos en las atenciones que les dispensaba el personal médico. También fue alentadora la alegría de todos, incluidos los familiares, que agradecían el gesto de diferentes formas y con palabras muy sentidas.
“Vimos a una mamá dar gritos de emoción y a los muchachos cambiar sus rostros y nos parecía que por esos instantes habían dejado de sentir dolor, temores y daban riendas sueltas a su imaginación infantil.
“Desde entonces ya no pudimos apartarnos más de esa práctica porque proporciona satisfacción en los dos grupos, el que da y el que recibe. Así de sencilla es la fórmula”.
“Y no es que el dinero no haga falta. Damos de lo que tenemos como demostración de que esos valores inculcados por la Revolución perduran en la conciencia de los trabajadores cubanos.
“Hace ya algún tiempo nos hemos organizado mejor y los 58 trabajadores de la Sucursal de Transtur Las Tunas están incorporado al ahora denominado movimiento Mi aporte por la Salud.
“Es un aporte voluntario y consciente. Los cinco trabajadores directamente vinculados al turista lo hacen de las propinas que reciben y el resto contribuye con parte de sus ingresos por otros conceptos.
“Sabemos que nuestras donaciones son solo un complemento a las partidas millonarias que cede el presupuesto de la nación al Sistema de Salud cubano para mantener estas prestaciones gratuitas y con reconocida calidad y nos satisface sobremanera contribuir a esos esfuerzos”.
Luisito relata esas historias y en su recuento, por modestia, omite que él mismo es el trabajador de Las Tunas que más aporta a este movimiento y que en el transcurso del 2016 entregó casi 200 CUC para sobrepasar los 3 mil en los 13 años de aportaciones a este humano proyecto.
También es significativa la fuerza de su convocatoria desde su condición de secretario general de la sección sindical, una responsabilidad que lleva sobre sus hombros hace ya más de 15 años, y a esta tarea le pone el extra que se traduce en resultados, pues su grupo casi redondeó los 500 CUC el año pasado, período en el que el movimiento sindical en la provincia dio más de 21 mil CUC.
Entonces, si de altruismo se trata, no se puede dejar de mencionar a este joven trabajador que marca pautas en la lucha por el mejoramiento humano.
