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¿Abrigos o abanicos? ¿Qué debemos llevar al cine Yara cuando este jueves empiece en La Habana el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano?, fue mi pregunta para la administración y los trabajadores del emblemático centro cultural, donde desde septiembre último realizaban un proceso inversionista para la instalación de un nuevo equipo de climatización.
La buena noticia es que ya concluyó la prueba inicial de la novedosa tecnología de enfriamiento por agua, con muy buenos resultados. “Traigan abrigos”, confirmó este miércoles a Trabajadores Alejandro Martín Pérez, administrador del Yara, lo cual pudimos también constatar en una visita al céntrico cine, sito en 23 y L, en el Vedado capitalino.
Con un costo aproximado de 200 mil dólares, el nuevo acondicionador de aire será el primero de su tipo en una sala de exhibición cinematográfica cubana, y debe reportar un ahorro energético de alrededor de un 30 % en relación con el viejo equipamiento.
A partir de un proyecto de la empresa de Diseño Ciudad Habana (DCH), hecho e importado específicamente para este cine, el complejo montaje estuvo a cargo de la cooperativa no agropecuaria Clima.
Esta inversión forma parte de un mantenimiento capital en el cine que comenzó desde el 2015, a partir del financiamiento que le destinó el Ministerio de Cultura.
Los trabajos iniciales consistieron el cambio de todas las lunetas y alfombras; el arreglo del escenario, la pantalla y los baños; la reconstrucción del piso de granito del mezzanine en el vestíbulo y la nueva iluminación de la marquesina sobre su amplio portal, reparaciones que rondaron los 100 mil pesos convertibles.
Las labores de remozamiento que ahora culminan en el Yara incluyeron, además del nuevo sistema de climatización, la reparación del portal, la pintura exterior y del techo de la sala, así como el recambio de una parte de las butacas.
El Yara —además del cine Chaplin— fue de las primeras salas que recibió un moderno proyector digital que mejora la calidad de la imagen e introduce estrictas normas de seguridad para la reproducción de los filmes y contra la piratería, con un costo que rondó en su momento los 100 mil euros.
Su colectivo de trabajadores concluía este miércoles la limpieza y acondicionamiento final de la instalación, que ya está lista para recibir al público habanero e internacional que cada diciembre colma sus más de mil 300 lunetas. Ahora, a disfrutar del frío y de las películas.
